«Creo que nos quedaremos lejos de alcanzar a Jordi Hurtado»

M.?C.?C. REDACCIÓN/LA VOZ.

TELEVISIÓN

14 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Christian Gálvez dejó las gafas de hombre de negro en Caiga quien caiga para abordar otros proyectos. Pasapalabra le ha dado estabilidad en Telecinco, un concurso que se ha consolidado en la programación de tarde de la cadena.

-¿Llegar a los mil programas no se consigue tan fácilmente?

-Y menos tal y como está la televisión actualmente. Es una satisfacción increíble por el equipo y para mí personalmente, que he hecho los mil seguidos.

-Se sentirá ya como Jordi Hurtado.

-No, estamos hablando de ligas mayores. Creo que nos quedaremos todos muy lejos de alcanzarle, él se llevará la bota de oro.

-¿Qué pasa con los concursos, que parece que solo triunfan los clásicos y no cuajan los nuevos formatos?

-Cuando hablamos de clásicos significa que llevan más tiempo en televisión y ya han sido testados. Y la paciencia que había antes en las parrillas televisivas ya no es la de ahora. Antes se les daba más tiempo. Ahora hay una guerra de audiencias permanente.

-¿Se siente cómodo en un formato como este?

-Sí, estoy perfectamente y muy acoplado al programa y al equipo.

-¿Cree que habrá alguna vez algún concurso que vuelva al horario de máxima audiencia?

-Yo siempre digo lo mismo. La gente se queja de lo que hay en televisión, pero es lo que el público demanda, si no no se emitiría. Si ahora hay reality es porque la gente lo quiere. Cada hora en televisión tiene su formato.

-¿Y le gustaría cambiar de programa?

-Lo que me gustaría es poder compaginarlo, como en su momento hice con Supervivientes o Tú si que vales, pero sin dejar Pasapalabra . No me importaría hacer algo de ficción, me gustaría mucho, puestos a pedir.

-¿Y volver a la calle, a hacer reportajes?

-No. Una de las armas secretas de Caiga quien caiga era que la gente no nos conocía. Esos trucos no servirían ahora. Yo no creo que el modelo de este programa se haya agotado, sino que se ha copiado demasiado y en todas partes. Creó una escuela y hay que seguir innovando. Al principio éramos dos haciendo bromas y luego decenas con la misma intención. Caiga quien caiga se fue desinflando poco a poco, como ocurre con todos los programas.