Los políticos van a los platós rosas

M.?Costoya / Colpisa REDACCIÓN/LA VOZ.

TELEVISIÓN

Los dirigentes de los principales partidos no rechazan entrevistas en programas como «La noria» o «Espejo público» en busca de grandes audiencias

03 oct 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Muchos se sorprendieron cuando, hace varios meses, José Blanco eligió el plató de La noria en Telecinco para explicar las medidas de ajuste que iba a realizar el Gobierno para contener el gasto público. Era una comparecencia esperada y el ministro de Fomento optó por un programa con tintes rosas para anunciar decisiones de gran trascendencia social. «Yo tengo una máxima, el político tiene que ir donde está la gente y no al revés».

De esta manera, Blanco justificaba su presencia en el espacio que presenta Jordi González, que tras la entrevista se despachó con un suculento debate sobre Isabel Pantoja y sus ambiciones.

El líder del PP, Mariano Rajoy, concedió la primera entrevista del curso político a El programa de Ana Rosa , donde no faltan los habituales comentarios sobre las últimas andanzas de Belén Esteban. Blanco y Rajoy son solo algunos ejemplos que han seguido otros políticos, como Artur Mas (CiU), María Teresa Fernández de la Vega (PSOE) y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que también fue entrevistado por dos estrellas matinales de la televisión: Susana Grisso y Ana Rosa Quintana. Más allá fue Esperanza Aguirre. La presidenta de la comunidad de Madrid, entró en directo en varias ediciones de Sálvame , el programa de Jorge Javier Vázquez.

¿Qué ha motivado la presencia cada vez más frecuente de políticos en programas televisivos que antes no figuraban en su agenda? Estaban González Pons, vicesecretario de Comunicación del Partido Popular apunta alguna de la claves. «Antes había pocas emisiones y millones de espectadores. Ahora hay decenas de emisoras que se reparten los mismos espectadores». Y programas como La noria o Espejo público aseguran audiencias millonarias.

Óscar López, secretario general del PSOE en Castilla y León, considera que este tipo de formatos no merece el calificativo de programas del corazón y son más bien espacios de variedades con ventanas de debate políticos. «Y en la mayoría de los casos tienen más calidad que esas tertulias políticas en las que ocho participantes compiten a ver quién le mete más fuerte al Gobierno».

López y Pons coinciden en una cosa: la televisión actual no tiene nada que ver con la de hace dos décadas. Las tertulias de José Luis Balbín en TVE ya han pasado a la historia.

Sin cambios en el discurso

Asesores y responsables de comunicación de los principales partidos creen que los políticos no deben modificar su lenguaje en estos programas. «Sería tanto como menospreciar a estos televidentes, al considerarlos menos cultos que otros espectadores», mantiene López. «Un político debe adaptarse al medio, porque no es lo mismo hablar para un periódico, una radio o una televisión, pero siempre debe ir con el mismo discurso», detalla Pons. También defiende que los políticos vayan a todo tipo de programas, incluidos los del corazón, siempre que sea para hablar de política y no de su vida privada.