«La industria de la animación española está como la de EE. UU. hace 10 o 15 años»

Con una gran expectación fue recibido Lucas Ives en el auditorio de la Fundación Caixa Galicia, dentro de los Mundos Digitales 07. Representando a los estudios Pixar, Ives basó su ponencia en la nueva creación Ratatouille, inédita aún en España. Durante una hora la diseccionó con precisión de cirujano y expuso sus entresijos técnicos. Al final, obsequió a la audiencia nueve aplaudidos minutos de adelanto. -Su conferencia versó sobre aspectos técnicos. ¿No tienen miedo de que eso pueda eclipsar las historias? -No, todo lo contario. En ferias como ésta hacemos charlas para que la gente pueda aprender. Si la gente de fuera del sector se fijase en la técnica, fallaríamos, porque se está distrayendo de la historia. Pienso que eso no sucede. -¿Cree usted que percibirá Pixar dentro de treinta años como un género clásico? -Sí, creo que nuestras películas serán clásicas, porque son atemporales. Pixar fue el primer estudio en realizar una película de animación, toda en 3D. Eso fue un hito, pero nosotros seguimos buscando modelos y referencias en los clásicos de los años treinta, como pueden ser Blancanieves o Bamby. Espero que dentro de treinta años la gente pueda volver atrás, tanto en el aspecto técnico como en que las familias quieran seguir viendo esas películas. -Se ha hablado estos días de la incidencia del cine y los videojuegos, y viceversa. ¿Cómo ven ustedes este fenómeno? -En principio, nosotros estamos abiertos a cualquier historia buena. Sin embargo, suele suceder que, en las historias basadas en videojuegos, se tiende a más emular la experiencia del videojuego que a desarrollar la historia. Es un modo de atraer a ese público masculino, de entre 18 y 34. Ya lo tienes ganado antes de la película. -Sus filmes se dirigen a un público infantil, pero trascienden esa franja. ¿Cómo percibe este resultado? -Realmente las películas de Pixar van orientadas hacia un mercado familiar, no específicamente el infantil. Por otro lado, socialmente hay una parte social que ve la animación cada vez más válida como un medio para contar historias, como es el caso de Japón. -¿Cómo se percibe desde Estados Unidos la industria de la animación española? -Veo que la industria de la animación española está como la de Estados Unidos hace 10 o 15 años. Se trata de un país atractivo para el talento, de hecho mucha gente en Estados Unidos lo considera como una opción de trabajo. No solamente por la calidad de vida, sino porque, al no estar la industria tan avanzada, una persona con experiencia puede destacar y encaminar un proyecto. En empresas tan grandes como Pixar es mucho más complicado.

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