«Todas las empresas tienen algún follonero»

La Voz M. B. | MADRID

TELEVISIÓN

17 abr 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

A veces se muestra como el público lo conoce: ácido, crítico y caradura. Pero detrás de Jordi Évole (El follonero de Buenafuente) se esconde un tipo más bien relajado, risueño y, como él mismo reconoce, un «tímido extrovertido». Apuesta por recuperar el actor cómico de la televisión que trajo consigo Pepe Navarro y se siente reconfortado por lo rápido que el público ha captado su personaje, creado por otro colaborador, José Corbacho. Jordi Évole anuncia que el programa viajará en breve por Andalucía. -Entre el follonero y Buenafuente no hay trampa ni cartón. -Hace tiempo llegamos a un acuerdo para que él no supiera con qué le iba a salir. Es pura improvisación, sin guión, para darle más vidilla al personaje. -¿Son necesarios «folloneros» para apretar las clavijas a los jefes? -Por supuesto. Todas las empresas tienen algún follonero. La diferencia es que el nuestro dice las cosas a la cara. -Pero sus dardos a Buenafuente ¿no son bastante envenenados? -Envenenados pero simpáticos, no matan del todo. Es muy divertido proponer cosas que después me cargo yo mismo en el programa. Es una situación rara, pero a la vez agradecida. El follonero es mi álter ego canalla que sale a pasear y saca punta a Andreu. -La Factoría de El Terrat es como la cantera del Barça, inacabable. -No nos podemos quejar. Sólo temo que la del Barça se acabe antes... La clave es no perder de vista el humor de la calle, ver nuevos humoristas, hacer castings y estar abiertos a una renovación constante. -Si Los Morancos y Cruz y Raya practican un humor costumbrista; Eva H prefiere la sátira informativa. ¿Qué ofrece Buenafuente? -Una mezcla de todo. Contamos con un elenco de humoristas que responden al perfil clásico del actor cómico de la tele, que en su momento puso de moda Pepe Navarro o Alfonso Arús. -Algo parecido ocurre con «Camera Café». -Es un formato sensacional: vale tres pesetas hacerlo y el casting de actores y guiones está muy currado.