?a cárcel coruñesa de Teixeiro no tiene sala de muestras, pero sí paredes. En las del salón de actos de este penal luce desde ayer una muestra de la pintora Maruja Mallo que recorre Galicia. «Me gusta ese que parece una gran fiesta, una verbena... aunque es algo muy abstracto», reflexionaba Óscar Escudero, uno de los primeros reclusos que acudió al acto de inauguración de la exposición, que además de las visitas de los penados recibirá las de los estudiantes de los institutos de la comarca, aunque previa cita. Desde el lugar que este coruñés se reservó en las primeras filas defendió a capa y espada las actividades que se realizan en el centro. «Esto está muy bien, que podamos hacer cosas: el director se está mojando mucho por nosotros», explicaba este recluso, que forma parte del conjunto musical creado recientemente en el centro. A su lado, otro de los miembros, Juan Antonio Barros Soutillo, también elogiaba los cuadros y un poco más allá Víctor Rey, un integrante del grupo de teatro, no quería dejar de nombrar el que más le impactó - Estampa cinemática -. «Me gustan los colores y la combinación de los ángeles con esta figura de las piernas cortadas», comentaba ante dos reclusas más tímidas, que no se atrevían a hablar alegando que no sabían de arte. El casi centenar de reclusos que acudió al acto de inauguración terminó curioseando con interés por el catálogo de la muestra y aplaudiendo los discursos de las autoridades. Primero, el director del penal desveló, entre otros muchos detalles, que el amor de Maruja Mallo fue Rafael Alberti. Poco después se subió al estrado la diputada nacionalista Margarida Vázquez, que recordó los paralelismos de Mallo con la artista mexicana Frida Kahlo. Por último, y antes de un concierto, la subdelegada del Gobierno, Obdulia Taboadela, sugirió que a la artista le hubiese gustado que su obra estuviese en el penal, porque evoca «el ansia de libertad».