El filme canadiense «C.R.A.Z.Y.» retrata a una familia tradicional de Quebec durante dos décadas

Ch. L. Monjas MADRID

TELEVISIÓN

01 ago 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Mágica, mística y, como su título indica, loca. Así definió Jean-Marc Vallée el que fue el éxito del cine canadiense del 2005, C.R.A.Z.Y. , las alegrías y tristezas de una familia tradicional y católica de Quebec durante dos décadas, de los míticos sesenta a los ochenta. Emoción, humor y nostalgia se combinan en esta producción que el próximo viernes llega a España tras recibir cuatro premios en el último Festival de Gijón. Con tintes autobiográficos, esta crónica familiar sobre la diferencia y los deseos de un hijo por conseguir la aceptación de su padre aderezada con temas de Aznavour, David Bowie, Pink Floyd, Rolling Stones y Patsy Cline, tuvo el año pasado en Canadá el mismo impacto que en su momento tuvo Las invasiones bárbaras. Con una fuerte presencia de la religión, «aunque ahora las iglesias en Quebec son edificios de apartamentos», C.R.A.Z.Y. muestra durante veinte años a este chico, su vueltas en moto, los porros que se fuma a escondidas, su rebeldía, la música que escucha y su viaje iniciático a Jerusalén.