Coldplay ofreció buen sonido, excelente imagen, un talante de lo más épico y un cuidado ejercicio de estilo pop
23 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.Ebrios de sobriedad, los chicos de Coldplay arrasan. Sus pasos vienen precedidos por un sambenito que, con sólo tres discos los sitúa, en la cumbre del pop. Les dicen que son los nuevos U2, aunque son deudores de muchos más. Recuerda a aquellos tiempos en los que el trono se lo disputaban Oasis y Blur, pero esos eran otros ritmos. Lo que sí quedó claro es que hay fenómeno Coldplay. No pueden interpretarse de otra manera los llenos incontestables que se han despachado (Barcelona, Madrid y lo volverán a hacer San Sebastian) ante un público que acepta todo lo que de ellos venga como si se sintiera huérfano de una banda a la que calificar como la más grande. En Madrid, era martes y el ambiente se convirtió en el de una final que se jugaba en el céntrico Palacio de los Deportes. Jugaba Coldplay, que presentaba su nuevo trabajo X&Y . Con Yellow , el educado y entregado respetable asintió como si reconociera que iba a ser una noche apoteósica. Antes, ya se había confirmado lo que precedía a la sesión: buen sonido, excelente imagen, talante de lo más épico, escenografía al servicio de un cuidado ejercicio de estilo pop, y un público preocupado por asistir acorde a la cita vestido con sus mejores galas. Lo de Coldplay es alta fidelidad. Así fue que lo que se esperaba se ofreció y, por poner un debe, faltó un paso más fuera de concurso de los que tanto se agradecían en los conciertos de antaño. Pero los Chris Martin (piano y guitarra), Guy Berryman (bajo), Jonny Buckland (guitarra) y Will Champion (batería) reservaron ese apartado a juegos musicales como remate de los temas. Con In my place ya estaba todo el pescado vendido. Nunca nadie ha llegado tan lejos con una biografía musical de adolescente. Y es que, aunque se deba considerar como mérito, quedó claro que la mercadotecnia también juega a favor del grupo del marido de Gwyneth Paltrow. Les deben querer hasta en Talavera, donde la famosa actriz pasó más de un verano. Palacio de los Deportes. Madrid. Lleno. Chris Martin (piano y guitarra), Guy Berryman (bajo), Jonny Buckland (guitarra) y Will Champion (batería).