La obra gráfica completa de Keith Haring visita por vez primera España

Miguel Lorenci MADRID

TELEVISIÓN

30 oct 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Fue el último genio del arte pop. Keith Haring, muerto con sólo 31 años víctima del sida, dejó una de la obras más características, singulares e influyentes de la segunda mitad del siglo XX. La totalidad de su trabajos sobre papel se muestra ahora por primera vez España en la exposición que la Fundación Canal, en colaboración con Caja Duero, ofrece en sus salas de Madrid (Mateo Inurria, 2) hasta el próximo 8 de enero. Son 215 piezas estampadas en diversas técnicas, soportes y formatos y constituyen la totalidad de la obra gráfica de Haring, nacido en Pensilvania en 1958 y muerto en Nueva York en 1990. Procedentes de una colección privada suiza, las estampas de Haring -aguafuertes, serigrafías, litografías o xilografías- se vieron en Alemania y Japón antes de recalar en España. La muestra fue visitada en aquellos países por más de un millón de espectadores. Bajo el título Keith Haring. Obra completa sobre papel , la muestra ofrece un recorrido exhaustivo por el trabajo del último grande del pop, un artista comprometido cuya colorista y sintética obra se inspiró en el cómic y los dibujos animados para crear un lenguaje característico, perfectamente reconocible y con sus propios iconos. Iconos propios Klaus Littmann es el comisario de la muestra y estima que, a pesar de que los primeros dibujos de Haring aparecieron en los grandes paneles empapelados en negro del metro de Nueva York, «Haring no fue nunca un artista de 'graffitis', ya que creó sus propios iconos y lenguaje». Haring estuvo influenciado por artistas como Roy Lichtenstein, Picasso y Andy Warhol, con quien llegó a realizar la serie de grabados Andy Mouse que figura en esta muestra. También se exhibe otra serie de grabados con la que Haring ilustró el Apocalipsis según Wiliam Burroughs. Entre las series más famosas recogidas en la exposición de la Fundación Canal destacan las 17 piezas de Blueprint Drawings , la primera en su trayectoria en el mundo de la estampación y elaboradas entre 1980 y 81 con tinta Sumi sobre papel Velin. En 1990, poco antes de su muerte, Haring rescató esta conocida serie a través de diversas serigrafías. Destacan además las series de grabados Stones , donde se aprecia el gusto de Haring por el arte oriental, o White Icons , que recoge en relieve y en un extraña renuncia al color algunos de sus iconos más conocidos, como su «bebé radiante». El éxito de Haring y la voracidad con la que se reprodujo su obra acarreó a este poderoso creador la acusación de mercadear con un arte concebido para el consumo masivo. Y es cierto que Haring abrió tienda en la Gran Manzana y Tokio -las Pop shops, que cerraban en 2004- y que sus iconos convirtieron sus coloristas diseños en una máquina de hacer dinero. Pero también es cierto que la aspiración de Haring era que su arte llegara a todos y que en innumerables ocasiones puso su talento y sus pinceles al servicio de oenegés.