El trabajo de David Slade se llevó el premio a la mejor película y guión, y el del público El suspense se impone al terror sangriento en la edición número 38 del certamen catalán
17 oct 2005 . Actualizado a las 07:00 h.El thriller psicológico norteamericano Hard Candy triunfó en la 38.ª edición del Festival de Sitges, certamen en el que esta producción dirigida por David Slade se hizo con los galardones de mejor película y guión, y el Premio del Público. El jurado también reconoció a la cinta de Taiwan El sabor de la sandía con el Premio Especial del Jurado y el de mejor actor -Lee Kang-sheng-, y a la hongkonesa Election , de Johnnie To, con el trofeo al mejor director. Un palmarés lógico para el que no ha habido ninguna discrepancia y en el que han predominado los thrillers sobre el terror sangriento al uso. ha sido definida como Caperucita feroz . Un thriller provocador y desasosegante de dos personajes que se desarrolla en gran parte en el interior de una habitación. El punto de partida está en un fotógrafo de moda treintañero que conoce por Internet a una precoz e insinuante adolescente de venenoso encanto. Buscando un posible ligue, quedan para verse, y desde ese momento la chica lleva la voz cantante. Lo lleva a su casa, lo droga y lo ata. El excelente guión del filme está firmado por Brian Nelson, que también coproduce el filme. El sabor de la sandía , del taiwanés Tsai Ming-liang, mezcla erotismo, musical y drama. Premiado con el Especial del Jurado y el de interpretación masculino para Lee Kang-sheng, que encarna a un actor porno. El largometraje está ambientado en época de una intensa sequía, en la que es más barata una botella de zumo de sandia que de agua. El honkonés Johnnie To consiguió el galardón al mejor director por Election , un intenso y violento thriller sobre la mafia de Hong Kong. La película, que llegará a España el 30 de diciembre, tiene un aspecto casi documental. Sitges ha premiado también a la actriz coreana Lee Yeong-ae por su trabajo en Simpatía por Lady Vengance , de Park Chan-wook. La producción estadounidense MirrorMask, dirigida Dave McKean, una combinación de imagen real con técnicas de animación, se ha llevado la mejor dirección artística y a maquillaje.