El tenor Jaime Aragall graba un cedé con la Real Filharmonía

César Wonenburger REDACCIÓN

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El cantante catalán canta pror primera vez «Il Mondo», «Caruso» o «Dio, come ti amo» La orquesta gallega colabora con la mejor voz aparecida tras la Segunda Guerra Mundial

02 ene 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

Nunca ha disfrutado de una popularidad similar a la de sus colegas Luciano Pavarotti o Plácido Domingo, y sin embargo, si en algo han estado siempre de acuerdo estos dos cantantes ha sido al afirmar que la voz de tenor de Jaime Aragall es, sin duda, la más importante de las aparecidas después de la Segunda Guerra Mundial y hasta hoy mismo. Prácticamente retirado de los escenarios después de cuatro décadas de una carrera llena de altibajos, Aragall (Barcelona, 1939) ha grabado recientemente un nuevo cedé con la Real Filharmonía de Galicia, que acaba de aparecer en el mercado. El disco, que en sus títulos de crédito dedica agradecimientos a la orquesta, al Consorcio de Santiago y al Auditorio de Galicia, ofrece una de las facetas menos conocidas, quizá, del tenor que en 1963, con apenas 23 años, deslumbró al mundo de la lírica en su debut en La Scala milanesa con el rico y sensual timbre de su instrumento, la facilidad a la hora de abordar el agudo y su concienzuda entrega. Junto a las canciones napolitanas que Aragall ha incorporado estos últimos años a sus contados recitales, el registro incluye otras de corte melódico, algunas asociadas al legendario Festival de San Remo, como Il Mondo , de Jimmy Fontana; Al di là , ganadora del certamen en 1960, o Dio, como ti amo de Domenico Modugno, a las que se suma el Caruso de Lucio Dalla, popularizado hace unos años en la voz de Pavarotti. El director y compositor catalán Miquel Ortega, que también dirige la orquesta gallega en esta grabación, junto a Peter Hope y Albert Guinovart, entre otros, han sido los responsables de los arreglos de algunas de las canciones que interpreta Aragall, entre las que se encuentran clásicos del repertorio tenoril más popular. Parlami d'amore Mariú , la canción que en 1937 concibió Cesare Andrea Bixio; Passione , una favorita de los «tres tenores»; Non ti scordar di me , de Ernesto De Curtis, pianista habitual del histórico Beniamino Gigli y autor de la famosa Torna a Surriento, o Santa Lucia de Teodoro Cottrau, considerada como la primera canción napolitana escrita, se pueden escuchar ahora en Voce e passione! , título del disco. Enemigo de la publicidad El nuevo registro se suma a la discografía, no demasiado extensa, de unos de los tenores históricos. Aragall nunca ha estado bajo la protección de los grandes sellos discográficos, ni ha buscado promocionarse. Su modelo, en ese sentido, ha sido siempre Alfredo Kraus, «cuyo público siempre estaba dispuesto a escucharlo dondequiera que cantase a pesar de su total descuido de la publicidad», afirmó en alguna que otra ocasión. Sus mejores grabaciones de ópera, aquellas que logran captar mejor la suntuosidad de su color vocal, pertenecen al catálogo «pirata». Junto a las oficiales, como su Tosca al lado de Kiri Te Kanawa, la Lucrezia Borgia grabada con Joan Sutherland o sus excelentes, aunque escasos, discos de arias sueltas, los registros que mejor justicia han hecho a una de las voces más importantes del siglo pasado -todavía hoy capaz de generar admiración en los recitales, por su potencia y belleza- son los realizados furtivamente en teatros, como su Favorita del Liceo barcelonés o el Don Carlos de Orange.