Galicia recupera la figura del cantante ferrolano Andrés Dobarro

Eva Díaz FERROL

TELEVISIÓN

Amigos del artista se reunieron ayer en el decimoquinto aniversario de su muerte

22 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Lentamente, Galicia empieza recuperar la figura del que fue uno de los más grandes cantantes pop que haya dado esta tierra, el ferrolano Andrés Dobarro, quien consiguió colocar cuatro discos en gallego en número 1 de los más vendidos entre finales de los años sesenta y principios de los setenta. Un grupo de amigos y admiradores de Dobarro se han unido para reeditar un disco de sus canciones más emblemáticas, como O Tren, Teño saudade o Corpiño xeitoso. Además, en Monforte está a punto de terminar el rodaje de un documental dirigido por Anxo Fernández sobre la figura del artista. Se ha elegido la capital de las tierras de Lemos porque allí se encuentra un museo del ferrocarril. En uno de aquellos vagones antiguos se ha instalado el set de rodaje, en memoria del célebre tren de la canción de Dobarro. O tren que me leva será el título de la película, de hora y media de duración, que pretede mostrar a los gallegos de hoy cómo era un ferrolano hijo de marinos que se empeñó en cantar en el idioma de nuestra tierra y no sólo lo consiguió, sino que se equiparó al Dúo Dinámico, Juan Pardo o Nino Bravo. Mesa redonda Ayer se cumplieron 15 años del fallecimiento de Dobarro. Tenía 42 y la gloria había dejado paso a una triste decadencia, mal asimilada por el cantante. Pero no es ese final el que quisieron recordar sus amigos durante la tarde en una mesa redonda celebrada en la galería Sargadelos de Ferrol. Ellos querían rememorar al artista y al hombre de sus mejores tiempos. Nonito Pereira, crítico musical y amigo íntimo del cantante, cree que Dobarro fue «un gallego ilustre» y considera de justicia que la mismísima Xunta rinda de algún modo un homenaje a quien hizo tanto por Galicia y los gallegos. Pereira, uno de los participantes en el acto de ayer en Ferrol, recordaba que algunos cantantes de la época de perfil más político («que no consiguieron sacar el gallego del ámbito estudiantil») le reprochaban el mantener una especie de alianza con el franquismo o hacer música demasiado frívola. María Yáñez, una de las organizadoras de la reunión en Sargadelos, y que a sus 26 años no recuerda al artista aunque sí ama sus canciones, asegura que se encontraba entre dos fuegos. De un lado, los que lo veían conformista y de otro, aquellos a quienes disgustaba que cantase en gallego. Pero Nonito Pereira y María Yáñez creen que lo que hizo grande al artista ferrolano fue el no utilizar el idioma exclusivamente como arma política, aunque no ocultaba su preocupación por la causa. Cantaba, hablaba y pensaba en gallego porque eso es lo que se hace con una lengua: vivirla. El escritor Xavier Alcalá, autor de la letra de Teño saudade y también amigo del cantante, lo califica de genio y lamenta el olvido en que ha caído: «Acabou esquecido porque a nosa Galicia sempre viviu mirando ao que se fai fóra e de costas ao que se fai aquí». Andrea Lapique, hija de Andrés (ése era el primer apellido del cantante), también desea que se recuerde a su padre no sólo como un músico pop que alcanzó fama en toda España, sino por conseguir que millones de personas tararearan estribillos en gallego con toda naturalidad, aunque sólo fuera durante unos pocos años.