El cantante se rodeó en el escenario de 200 espectadores más El tenor se fue creciendo a lo largo de su actuación ante el aforo completo del Palacio de la Opera
12 dic 2004 . Actualizado a las 06:00 h.?u fama de hombre accesible y afable le precede. Quizás por ello solicitó a la organización del concierto que ayer ofreció en el Palacio de Congresos y de la Ópera de A Coruña que se incluyesen 200 localidades más sobre el escenario, para sentirse muy cerca de un público que le rodeó y que le aplaudió como la última vez que estuvo en la ciudad herculina, en 1999. José Carreras (Barcelona, 1946) es un experto seductor y ayer utilizó su mejor arma, la voz, para provocar la admiración de las casi 1.900 personas que llenaron el Palacio de la Ópera. Carreras salió al escenario acompañado por el maestro Lorenzo Bavaj, apostado frente a un enorme y brillante piano negro. Comenzó Carreras con dos fragmentos de Scarlatti y Bellini. Poco a poco, el tenor se fue creciendo hasta culminar el fin del primer acto con una serenata Napoletana y con Era de Maggio de Costa, la más aplaudida. La enorme expectación que se levantó con el anuncio del concierto del tenor catalán en A Coruña obligó a adelantar un cuarto de hora la apertura de las puertas al público. Además, a los tres días de ponerse a la venta las entradas ya se habían adquirido 1.200 y, a falta de tres semanas para el concierto, ya estaban todas agotadas. La de ayer fue la segunda vez que José Carreras actuaba en A Coruña. Ya lo había hecho en 1999, dentro de una gira por los principales escenarios de Galicia. Obtuvo, entonces, muy buenas críticas a pesar de que algunas voces lo acusaban y acusan de haber iniciado el crepúsculo como estrella de la escena lírica. Carrera musical Su carrera musical la inició en el año 1970 y protagonizó desde entonces una trayectoria internacional llena de éxitos. En su mejor momento como artista, en 1987, le diagnosticaron leucemia, pero un año después reapareció con Montserrat Caballé, quien desde siempre le apoyó y tuteló. El concierto de los Tres Tenores en Roma, en 1990 junto a Plácido Domingo y Luciano Pavarotti, supuso el culmen de su fama. Con el concierto de ayer, el último de las grandes citas del programa del Xacobeo 2004, comenzaron las actividades conmemorativas del décimo quinto aniversario del Palacio de Congresos y de la Ópera de A Coruña. Para celebrarlo, durante el descanso de la gala lírica de Carreras, se ofreció al público un cóctel.