?a polémica abierta en torno a la presidencia de la Fundación Camilo José Cela no parece que vaya a cerrarse. A las voces de los hermanos del escritor de Iria Flavia que reclamaban la sustitución de Marina Castaño al frente de la fundación se ha unido el que fuera uno de los últimos colaboradores del escritor, Gaspar Sánchez Salas, quien ha sugerido que sea el hijo de Cela, Camilo José Cela Conde, quien presida la fundación encargada de preservar el legado del autor de La Colmena . El colaborador y, según el mismo, discípulo de Cela, insiste en la idea de que la fundación debería ser regida por alguien con «bagaje cultural» a la altura de la institución y de las intenciones del escritor. En el mismo sentido, se ha manifestado el hermano de Cela, Juan Carlos Cela Trulock, asegurando que el objetivo es conseguir que Camilo José Cela Conde sea el presidente de la fundación. Juan Carlos Cela Trulock ha querido desmentir, en primer lugar, las recientes declaraciones de Marina Castaño cuando aseguró contar el respaldo pleno del presidente de la Xunta, Manuel Fraga. Según Cela Trulock, «en la carta que me remitió el presidente no se dice en ningún momento que él respalde a Marina Castaño, sino que contesta diciendo que la fundación tiene sus propios estatutos y funcionamiento». En sentido similar, advierte que la actitud de Marina Castaño en esta polémica es la de actuar como la si la fundación fuese una propiedad particular. El hermano de Cela pone de ejemplo algunas de las cifras dadas por Castaño para valorar la actividad cultural de la fundación. «Marina Castaño -dice Cela Trulock- asegura que se han organizado cerca de setenta exposiciones; he hablado con mis hermanos y a los tres nos ha parecido una cifra exagerada». Otro asunto que a los hermanos de Cela les parece capital y que consideran significativo es la organización de los cursos de verano. Para Juan Carlos Cela, «los cursos de verano sobre su obra era una de las actividades que más interesaban a mi hermano por cuanto suponen un mayor conocimiento de su obra». Para este hermano del escritor, es muy revelador que «se hayan dejando de celebrar los cursos de verano desde hace dos o tres años y ahora que nosotros reclamamos que Marina Castaño deje de ser presidenta, ella anuncie que habrá cursos de verano el próximo año; sólo quiere disimular lo mal que gestiona la fundación».