Dos animadores españoles participan en «Los increíbles», lo último de Pixar

Ch. L. Monjas MADRID

TELEVISIÓN

FRED PROUSER

Esta historia de superhéroes que supera los límites del género llega a España el 26 de noviembre La película sintoniza con niños, jóvenes y adultos, según Carlos Baena y Rodrigo Blaas

28 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Juguetes, bichos, monstruos, peces. Ahora, por primera vez, son los humanos los protagonistas de Los increíbles, la nueva y esperada película de Pixar y Disney que supera los límites de la animación digital. Los superhéroes están de moda y ahora llegan en versión de los creadores de Toy Story, Monstruos y Buscando a Nemo que el 26 de noviembre se lanzará en España con 417 copias. ¿Qué ocurre cuando los superhéroes se hacen mayorcitos y se echan a perder con unos kilos de más? La respuesta la tiene Bob Paar, uno de los más grandes superhéroes del mundo, también conocido como Míster Increíble, que se dedicaba a salvar vidas y luchar contra los villanos. Han pasado 15 años y Bob y su mujer -una famosa superheroína por derecho propio- han adoptado una nueva identidad civil e intentan llevar una vida normal con sus tres hijos. Así, Bob se dedica a luchar contra el aburrimiento y los michelines cuando recibe una misteriosa comunicación que le ordena dirigirse a una remota isla para cumplir una misión de alto secreto. Él no se lo piensa dos veces. «No sabemos si es uno de los objetivos de la casa, pero sí es nuestro propósito personal poner el listón cada vez más alto. Con este filme hemos aprendido mucho y, sobre todo, lo hemos pasado muy bien, y esto se transmite en pantalla, porque en Pixar se realizan las películas que nos gustaría ver en las salas . La filosofía de la casa es pasarlo bien en el trabajo y si luego esa diversión es compartida por el público, pues genial», explican Carlos Baena y Rodrigo Blaas, los dos animadores españoles de esta aventura que entretiene y sorprende a niños y mayores. Y es que el acierto de Pixar, que empezó como un pequeño estudio y tras el impacto de las dos entregas de Toy Story, Bichos, Monstruos y, sobre todo, Buscando a Nemo , se ha convertido en imprescindible en el lucrativo negocio de la animación, ha sido presentar historias que sintonicen «con niños, jóvenes y adultos». «Se cuidan mucho los guiones, que la película tenga ritmo, porque no importa sólo cómo se cuenta, sino lo que se cuenta. Pixar sabía que los más pequeños son un valorar seguro, por eso siempre ha dado un paso más», señala Baena.