El hijo de Cela duda de la eficacia de la gestión de Marina Castaño en la Fundación Cela, pero niega que esté intentando echarla para acceder a la presidencia
26 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.Camilo José Cela Conde asegura que preferiría hablar sobre La colmena o La familia de Pascual Duarte cuando tiene que referirse a su padre. Pero los problemas familiares siguen haciendo sombra al Nobel. Tres hermanos del escritor han criticado la gestión de la fundación que administra el legado del escritor, presidida por su viuda, Marina Castaño, quien ha recibido el respaldo de los patronos de la entidad. Cela Conde pone en duda la eficacia del trabajo de Castaño, se siente dolido por lo que considera la ausencia deliberada de su madre, Rosario Conde, en la fundación, y niega campaña alguna para hacerse con la presidencia. -¿Qué opina de la carta de sus tíos? -La carta es una iniciativa de tres tíos míos a los que estoy muy agradecido por su confianza en mí. Ellos están preocupados por cómo se están gestionando las cosas en la fundación y intentan hacer algo por mejorar la situación. Aquí la cuestión es si yo soy la persona idónea para presidir la fundación. Disiento. Creo que debería ser mi tía Maruxa. Ella es la referencia familiar indiscutible. Mis tíos creen que no es así, que debería ser yo. Pero ellos no forman parte del patronato, que ya ha mostrado su apoyo a la actual presidencia, por lo que creo que este asunto se ha terminado. Otra cosa es que haya malestar y descontento entre mis tíos porque creen que las cosas no se hacen como se debería. -¿A qué cree que se debe ese descontento? -Se debe a muchas cosas, cosas que han ido apareciendo en la prensa de Galicia y la prensa nacional. Cosas a las que no puedo ser ajeno. Que mi madre haya donado numerosos fondos de la fundación y que su nombre haya sido borrado de ella me parece escandaloso. Esto ya da la medida de lo que se está haciendo con la fundación. Me gustaría que los patronos, que tan rápidamente han mostrado su apoyo a la presidenta, se manifestasen sobre este asunto. No estaría mal que tuviesen ese detalle. -Hay quien cree que detrás de la carta de sus tíos se esconde una campaña suya para llegar a la presidencia de la fundación. -Le puedo garantizar que no. De hecho, no me parecía buena idea la iniciativa de mis tíos, porque sabía que no iba a conseguir nada. Ellos se iban a meter en una guerra y son muy mayores: probablemente no todo de lo que se dijese de ellos les iba a gustar. Pero no, no estoy organizando ninguna campaña al respecto. -Marina Castaño sostiene que tanto usted como sus tíos se desvincularon de Cela y de la fundación, en la que no mostraron interés. -Lo que yo pueda decirle no tiene mucho sentido porque yo tengo pleitos pendientes con la presidenta de la fundación y sería juez y parte. Pero mi tía Maruxa siempre fue la que estuvo más cerca de mi padre. Todo el tiempo. Le voy a dar un dato objetivo: compruebe en la primera edición de La colmena a quién está dedicada. A mi tío Juan Carlos. Creo que eso es algo a tener en cuenta. -Desde la fundación se esgrimen datos de visitas y otras actividades como ejemplo de que la institución funciona. -Mire, ¿cuántos cursos de verano se han organizado desde que murió mi padre? Ninguno. Claro que la fundación recibe visitas, pero es que también las recibiría aunque no la presidiese nadie. Pero está claro que la fundación está para otras cosas. -¿Se ve alguna vez presidiendo la fundación? -Pues qué quiere que le diga. Tendrían que cambiar mucho las cosas, como el patronato.