Fallece Janet Leigh, la chica que moría apuñalada en la ducha en «Psicosis»

Miguel Lorenci MADRID

TELEVISIÓN

La actriz fetiche de Alfred Hitchcock, que tenía 77 años, sufría una inflamación vascular La intérprete estuvo nominada al Oscar de Hollywood por su papel más célebre, aunque no ganó

04 oct 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Su asesinato bajo el chorro de una ducha a manos de Norman Bates/Anthony Perkins supuso su entrada en el olimpo del celuloide. Janet Leigh, la protagonista femenina de Psicosis, apuñalada en la bañera en una de la escenas más memorables de historia del cine, moría de verdad el pasado domingo en su residencia del lujoso barrio de Beverly Hills, en Los Ángeles. Falleció a causa de una inflamación circulatoria a la edad de 77 años. La muerte de Janet Leigh fue confirmada ayer por su actual esposo, el financiero Robert Brandt, y sus hijas Nelly Curtis y la actriz Jamie Lee Curtis. Los tres estaban junto a la actriz fetiche de Alfred Hitchcock en el momento de su muerte. A Leigh se la recordará sobre todo por su corta aparición en Psicosis, aunque también tuvo intervenciones como protagonista en otras cintas memorables, como Sed de mal ( 1958) de Orson Welles o El mensajero del miedo ( 1962). Nacida el seis de julio de 1927 en Merced, California, hija única de un matrimonio que vagaba de ciudad en ciudad, Leigh acabó la escuela secundaria a los quince años y se aproximó al mundo del teatro y el cine. Estudiaba música y psicología en la Universidad del Pacífico cuando fue descubierta por la actriz de la MGM Norma Shearer, quien le proporcionó su primer contrato. Habitual en filmes de todos los géneros, del western a las comedias, pasaría a la historia del cine por sus 45 minutos de presencia en Psicosis , dirigida por Hitchcock en 1960 y convertida de inmediato en un clásico. Nominada para un Oscar de la Academia por su papel en la mítica cinta, Jeanette Helen Morrison no obtuvo la codiciada estatuilla. Sí recibió un Globo de oro antes de aparecer con Frank Sinatra en El mensajero del miedo . Aún a mediados de los sesenta su estrella brillaba al lado de Paul Newman en Harper, investigador privado , para declinar en los setenta, cuando se refugió en series y producciones para televisión. Siete días en la ducha « Psicosis me dejó la piel hecha un asco. Estuve en aquella ducha durante siete días, siete, y más de setenta tomas. Por lo menos él (Hitchcock) se aseguró de que el agua estuviera siempre templada». Así de irónica se refería Janet Leigh al rodaje de la mítica y terrorífica escena de la ducha. Un lección de montaje que se estudia en todas las escuelas de cine, por la que Leigh será recordada y a la que desarrollaría cierta fobia. Cuando se le preguntó si era cierto que, tras el torturante rodaje, no volvió a tomar una ducha, no lo negaba. «En realidad, es cierto. Y no porque me vayan a disparar o me acuchillen. Es por no volver a vivir aquel infierno. Nunca me sentí tan vulnerable como entonces. Por eso Hitchcock lo hizo así. Una ducha. Un pájaro. Con cosas tan absolutamente ordinarias, era capaz de hacer cosas extraordinarias», explicaba la actriz.