El público del mítico Olimpia de París se entregó a Julio Iglesias cuando cantó «Un canto a Galicia»
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Julio Iglesias volvió a conquistar París. Llevaba veintisiete años sin cantar en Olympia y su regreso, la noche del miércoles, no pudo ser más triunfal. Las 2.000 personas que llenaron hasta la bandera el mítico teatro francés, que llegaron a pagar la entrada 350 euros en la reventa, se entregaron sin remedio al cantante español, que acabó regalando al auditorio su chaleco, su corbata y hasta su camisa. Su Canto a Galicia , que en Francia llegó a ser número uno de las listas, fue una de las canciones más vitoreadas por el público del Olympia. Su versión de Ne me quitte pas, de Brel , fue otro momento cumbre. Sony Music también homenajeó a Julio Iglesias por haber vendido con esta compañía diez millones de discos en Francia, una cifra jamás alcanzada por ningún otro cantante en la historia de este país.