El dibujante Art Spiegelman ultima el primer cómic sobre el 11-S

Óscar Santamaría SERV. ESPECIAL | NUEVA YORK

TELEVISIÓN

El ganador del Pulitzer publica el mes que viene en EE.UU. «In the shadow of no towers» El artista alza su voz contra la tragedia y la posterior invasión de Irak

11 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Aunque a primera vista pudiera parecer frívolo, no lo es en absoluto. In the shadow of no towers es el primer cómic que aborda la tragedia que sacudió al mundo el 11 de septiembre de 2001, cuando dos aviones secuestrados se estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York. Nada volvió a ser lo mismo. Tampoco el artista estadounidense Art Spiegelman, de 56 años y ganador de un premio Pulitzer, que vio en directo desde su casa del Downtown la triste secuencia, fijada ya para siempre en el imaginario colectivo. Conocido y respetado por ahondar con sus viñetas en los traumas del mundo moderno, el dibujante publicará el próximo mes en la editorial Pantheon su esperado trabajo, en el que de paso critica la invasión de Irak, en un año electoral en el que todo el mundo parece estar obligado a dar su opinión. Calificado de «cómic político», el artista, alejado del activismo y militancia, decidió dar un paso al frente y alzar su voz. «El 11-S me conmovió. Como un americano típico estaba narcotizado por los grandes medios, para mí la política era algo a lo que no prestaba mucha atención. Pero desde esa fecha, la burbuja estalló. Lo personal es ahora político», reconoció Spiegelman en una reciente entrevista con The New York Times . En el cómic, el dibujante cuenta en primera persona cómo vivió la mañana de los atentados, experiencia que le llevó a la depresión, primero, y a la furia, después. «Vivía en un presente que parecía no tener futuro», dice. Para superar ambos sentimientos, se refugió en sus amados cómics, en los dibujos y caricaturas de los periódicos de principios del siglo XX. «Son historias hechas para durar 24 horas y ahí siguen», señala Spiegelman, con una inocencia que conserva como arma de defensa. La misma que le lleva a criticar la invasión en Irak al darse cuenta de que el gobierno estadounidense «ha reducido un evento trágico con muchas ramificaciones a un reclutamiento para la guerra». Argumentos En esta campaña se alinea con Michael Moore, del que admira Fahrenheit 9/11 , por «su habilidad para hacer efectivo argumentos que pueden ser entendidos fuera de los círculos de los ya convencidos». No obstante, el dibujante se siente atrapado por la tendencia que le lleva a plasmar sobre el papel acontecimientos de la historia que tienen un impacto real en la vida diaria de las personas. «Estoy traumatizado. Desearía poder hacer cómics sobre Mi año en la Provenza o algo por el estilo. Pero hasta ahoran han sido las dolorosas realidades que apenas puedo comprender las que me llevan a mi mesa de trabajo. Desgraciadamente, creo que tengo una musa grotesca». Pero es precisamente lo grotesco de sus viñetas, la acidez y ternura de sus trazos lo que tiene un efecto placebo en el lector, que busca consuelo para lo que no tiene respuesta. «Los cómics ofrecen uno de los caminos más efectivos para expresar emociones, sobre todo emociones relacionadas con complejos y dolorosos desastres», afirma. Y eso es lo que pretende de nuevo con In the shadow of no towers, que saldrá a la venta en septiembre en EE.UU. por poco más de 15 euros.