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10 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.EN URGENCIAS (La Primera) del lunes, una pareja camina por una playa al atardecer; de repente ella se despoja de su ropa y suponemos que se introduce en el agua sin ningún estorbo sobre su piel. Lo suponemos porque una vez entre las olas, vemos sus hombros desnudos. Imposible no acordarse del follón montado en Norteamérica por el pecho al aire (aunque oculto el pezón con minúsculas joyas) de la cantante Janet Jackson durante la retransmisión de la Super Bowl. A propósito de Urgencias, la NBC suprimió en su emisión más reciente un plano de unos segundos que mostraba el pecho de una anciana de 80 años cuando llegaba al hospital. No hace mucho, la realizadora australiana Jane Campion, a propósito de su cuestionable filme En carne viva, se asombraba de que los genitales femeninos no existan en Hollywood. Demasiado para no volver sobre la moralina de garrafón que se gastan en el reino de George Pinocho Bush Jr. Consideran inmoral un desnudo libre de toda connotación lujuriosa, pero normal invadir un país a pepinazos o andar con armas como quien lleva un bolígrafo... Lo peor es que esta hipocresía de país con serios problemas de normalización cultural, acaba afectando al producto audiovisual, a veces sinónimo de arte, y casi siempre invitación a reflexionar sobre lo cotidiano aunque sea a través de la ficción. La piel, un estorbo...