Pixar rompe con Disney y agudiza la crisis de los creadores de la animación

Bárbara Celis D'Amico CORRESPONSAL | NUEVA YORK

TELEVISIÓN

«Coches» será la última película de los realizadores de «Nemo» que distribuya la multinacional Los responsable de «Toy story» preparan una película de dibujos sin ordenador

30 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Steve Jobs se ha retirado de la mesa de negociaciones. Después de casi diez meses de infructuosas conversaciones entre los estudios Pixar y Walt Disney para prolongar una colaboración creativa y económica que arrancó con la película Toy story hace ya casi diez años, el presidente de Pixar anunció ayer que buscará un nuevo socio a partir del 2005 con el que producir y distribuir sus filmes. «Hemos trabajado muy bien juntos y es una lástima que Disney no vaya a seguir participando en los futuros éxitos de Pixar», aseguró Steve Jobs, quien antes de sentarse a la mesa con su socio sondeó a otros estudios como Sony, Universal y Twentieth Century Fox, según la revista Variety , lo que hace pensar que no le será difícil alcanzar un acuerdo con alguno. «¿Quién no querría ser su socio. Son muy buenos en lo que hacen», aseguraba ayer una portavoz de Sony. Las negociaciones entre Pixar y Disney, cuyo matrimonio de conveniencia contribuyó al cambio radical de la animación con filmes como Toy Story I y II , Bichos , Monstruos S.A. o Buscando a Nemo (la película más taquillera del año en EE.UU.), se rompieron al negarse Disney a entregarle a Pixar el porcentaje de beneficios que éste solicitaba. Hasta el momento, las cinco películas que han firmado juntos habían generado más de dos mil millones de euros de ingresos que ambos se repartían al 50%, aunque Disney se llevaba un 11% más por la distribución. Además, ésta tenía derechos de propiedad por lo que también podía reclamar retribución por las secuelas de dos filmes que Pixar tiene por entregar, Coches y Los invencibles . Aunque Pixar revolucionó la animación por ordenador, sus planes a partir de 2006 incluyen el filme Raygun , de animación tradicional. En las negociaciones no ha ayudado el afán de Disney por exprimir la fórmula de Toy story con una tercera parte a la que Pixar se niega.