Las grandes estrellas de cine se pasan a la televisión para trabajar en series

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

TELEVISIÓN

KEVORK DJANSEZIAN

Whoopi Goldberg ha estrenado con éxito su propio programa en la NBC Martin Sheen y Kiefer Sutherland han revitalizado sus carreras al margen de Hollywood

15 sep 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Cada vez son más las estrellas de cine norteamericanas que protagonizan su propia serie en televisión. Whoopi Goldberg, uno de los rostros más populares de Hollywood, amplía su carrera con el papel de una cantante que gestiona un hotel. Pero no se ve en ninguna sala pública, sino en las salas de estar de los Estados Unidos a través de la NBC. Por si quedasen dudas, la serie tiene nombre propio: Whoopi . A la actriz también la siguen James Caan, que encabeza el reparto de Las Vegas , también en la NBC, Alicia Silverstone, en Miss Match , Ryan O'Neil y Dennis Quaid. Antes que ellos, Martin Sheen asumió el papel de presidente en The West Wing , y Kiefer Sutherland es la estrella de 24 , que también se puede ver ahora en España. Lo que en España es una situación normal por necesidad -el trasvase de actores entre cine y televisión se ve como una forma de supervivencia para el gremio, aunque a muchos espectadores choque ver al protagonista de su serie favorita en otro papel cuando va al cine- en Estados Unidos la permeabilidad entre ambos medios aún sorprende. «Aunque se puede hacer mucho dinero en televisión, todavía se ve como bajar un escalón para las grandes estrellas», explica Michael Schneider, el responsable de televisión de la revista especializada Variety . «Por eso nunca verás a Jennifer Lopez o Tom Cruise en una serie», razona. Los motivos para que un actor cambie los 24 fotogramas por segundo del cine por las 625 líneas de la televisión son variados. Schneider cita el obvio: «Es una gran forma de revitalizar una carrera que ha decaído». Otras razones son que las series están bien pagadas y dejan tiempo libre para rodar un par de películas. Además, el actor no tiene que desplazarse y puede vivir la mayoría del año con su familia. Esta circunstancia la confirma la representante de Alicia Silverstone, Elisabeth Much, quien además cree que la mentalidad de la televisión como segundo plato está cambiando: «Si el papel está bien escrito, interesa, da igual que sea una película o una serie». De hecho, los grandes estudios dejan cada vez menos margen a la creatividad y lo que se salga del estrecho cauce de lo políticamente correcto en sus producciones, lo que obliga a cineastas como Allan Ball, guionista de American beauty , a canalizar su talento a series como A dos metros bajo tierra, de la que es creador.