El popular director y productor estadounidense llegó a un acuerdo sobre el guión con la Fundación Hergé, para llevar al cine las aventuras del intrépido reportero.
09 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Tintín ya tiene quién le lleve al cine. Dreamworks, la productora propiedad de Steven Spielberg, y la Fundación Hergé, administradora del legado del dibujante belga, han sentado las bases para llevar las aventuras del intrépido reportero a la gran pantalla. Tras nueve meses de negociaciones ambas partes llegaron a un acuerdo sobre el guión. El texto, elaborado por gente de confianza de Spielberg, se mantiene en el mayor de los secretos. No se sabe si hará referencia a un álbum concreto o si será un compendio de aventuras. Así lo desveló Nick Rodwell, director de la Fundación, durante la reciente inauguración de una exposición en Barcelona sobre la relación entre el reportero y el mar. La merecida entrada en Hollywood del tupé más famoso del mundo del cómic se hará a lo grande. Steven Spielberg está dispuesto a encabezar un proyecto a nivel de superproducción. Tan sólo falta rematar el trato con Universal Pictures para que se haga realidad. Unas pequeñas diferencias jurídicas que Nick Rodwell achaca a que Universal tiene «una mentalidad diferente de los europeos». Fomentar la lectura La Fundación Hergé quiere servirse de Hollywood para que Tintín llegue de un modo más efectivo al público joven. Llevar las aventuras del intrépido periodista al cine, por medio de una película o de dibujos animados, contribuiría a fomentar la lectura de sus álbumes. Un objetivo posible, como han demostrado los éxitos de Harry Potter o El señor de los anillos. Para el director de la Fundación conseguir este acuerdo ha sido vital. «Sus seguidores llevan esperando 40 años», afirmó Rodwell sobre un proyecto que, en ocasiones anteriores, con Hergé aún vivo, se intentó sin el éxito esperado. Por ello, la Fundación Hergé ha decidido entregarse al contrastado criterio del director de E.T. o la saga de Indiana Jones. En palabras del director de la Fundación, han preferido «realizar un filme norteamericano, porque es la única posibilidad de que tenga un lanzamiento mundial». Una clara referencia a los mayores medios que la industria del cine en Estados Unidos dispone a nivel del proceso de producción y promoción mundial. Esta entrada en el audiovisual servirá para resarcirse de las fallidas incursiones del pasado. «Considero mis historias como películas», confesó una vez Hergé. Nunca estuvo tan cerca de hacerlo a lo grande.