Clint Eastwood colapsa Cannes en la presentación de «Mystic River»

Boquerini CANNES

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VINCENT KESSLER

El actor proyectó en primicia su nuevo trabajo como cineasta, un «thriller» melodramático El ruso Alexandre Sokourov llevó al festival la plomiza y compleja «Padre e hijo»

23 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

Dos días antes de la conclusión del Festival de Cannes, que mañana entregará sus codiciadas Palmas, la sección oficial a competición sigue sin levantar cabeza. Pero ayer contó, por fin, con una estrella digna de tal calificación, el estadounidense Clint Eastwood, que colapsó la famosa Croisette y que presentó en primicia mundial su nuevo trabajo como realizador, Mystic River , un thriller melodramático, de cuidada factura formal, que, sin embargo, queda lejos de las grandes películas dirigidas por Harry el sucio . Clint Eastwood sólo dirige y firma la banda sonora de Mystic River, dejando todo el protagonismo a actores como Sean Penn, Tim Robbins, Kevin Bacon, Lawrence Fishburne y Laura Linney. Es una película de intriga policíaca en la que Eastwood vuelve a demostrar que es un excelente narrador de historias, de excelente ritmo y brillantes interpretaciones, pero que no va más allá del thriller tradicional que tanto ha cultivado Hollywood. La película muestra a tres amigos de infancia de Boston, uno de los cuales es secuestrado por un pedófilo, lo que rompe la unión entre los tres. Veinte años más tarde, uno de ellos es un eficaz detective de la policía, otro es un hombre violento que busca rehabilitarse, casado y con una hija adolescente, y el tercero, torturado por lo que le sucedió de niño, vive replegado sobre sí mismo con una vida misteriosa. Cuando la hija del ex delincuente aparece asesinada, las vidas de los tres hombres se vuelven a cruzar. «Más que un thriller, es una historia sobre personajes que toman decisiones morales en momentos difíciles, y me ha interesado sobre todo el drama de los tres personajes», dijo un Clint Eastwood feliz por volver a Cannes, donde sus colegas, los directores franceses, le han otorgado un nuevo premio llamado la Carroza de Oro. Eastwood, feliz por este reconocimiento, y ya con 74 años, no piensa en retirarse: «Ahora es cuando estoy en plenitud de mis facultades, cuando hago por fin las películas que quiero». Los actores Tim Robbins y Kevin Bacon acompañaron a Eastwood en la presentación. También ayer, el ruso Alexandre Sokourov dio a conocer una película de lenguaje más tradicional, Padre e hijo. Se trata de un plomizo filme casi sin guión en torno a la relación de un hombre viudo y su hijo. Eso le provocará problemas con su joven novia, celosa de la relación que mantienen ambos. Parte de la película se ha rodado en Lisboa, donde el protagonista realiza un recorrido en tranvía. Sokurov defendió el ritmo lento de su trabajo asegurando que «la pausa es la primera letra del alfabeto cinematográfico».