Una gala histórica con beso para el recuerdo

La Voz B.C.A. | LOS ÁNGELES

TELEVISIÓN

«Chicago» se alzó con la estatuilla a la mejor película, pero la verdadera ganadora fue «El pianista» El efusivo gesto de Adrien Brody hacia Halle Berry fue la imagen de la gala.

24 mar 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

La imagen que quedará grabada para siempre en la memoria de quienes asistieron al 75 aniversario de la entrega de los Oscar será la del beso. El prolongado beso, absolutamente espontáneo, con el que Adrien Brody premió a Halle Berry, encargada de anunciarle que había obtenido el Oscar al mejor actor por El pianista. Fue un premio inesperado, ya que el joven actor competía con monstruos del celuloide como Jack Nicholson, Michael Caine o Daniel Day-Lewis. Fue el único que sobrepasó los estrictos 45 segundos que consentía la Academia con un discurso improvisado y altruista que arrebató al público. «Esta película es un tributo a la vida del pianista Wladyslaw Szpilman. Y quiero agradecerle a Roman Polanski por haberme dado el papel de mi vida». La sorpresa le sobrepasó, reflejada en unas lágrimas que también brotaron de los ojos de una elegante y bella Nicole Kidman, premiada por L as horas . La gran favorita de la noche era el musical Chicago , con trece nominaciones. Sin embargo, aunque Hollywood le dio el Oscar a la mejor película, confirmando el gusto de la Academia por el entretenimiento más puro, la película dirigida por Rob Marshall sólo obtuvo otras cinco estatuillas menores, incluidas mejor vestuario, edición, sonido, dirección artística y actriz secundaria, Catherine Zeta-Jones. Fue en cambio El pianista la verdadera ganadora de la noche, al alzarse con el premio a la mejor dirección pese a la polémica que envuelve a Polanski. «Puro landismo» La gala comenzó mal, sin gracia, con un Steve Martín que tenía el difícil papel de dirigir una ceremonia precedida por la polémica y a la que el actor intentó darle el clásico tono humorístico sin alcanzar resultados brillantes. Sus bromas machistas, «puro landismo» según Almodóvar, fueron salpicando una ceremonia que sólo cobró color cuando empezaron a llover los premios a los actores y las declaraciones contra la guerra. La presencia de casi cincuenta intérpretes premiados en los 75 años de historia puso la nota emotiva a una gala histórica.