Angulema celebra sus treinta años de cómic con un homenaje a Hergé

Jesús Fraga REDACCIÓN

TELEVISIÓN

El creador de Tintín dará su nombre a una de las calles principales de la ciudad francesa Corea del Sur y Vietnam son los países invitados en esta edición especial del festival

22 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Con la inauguración hoy de una nueva edición, el Festival Internacional de Angulema cumple treinta años como una de las referencias fundamentales del cómic. Para celebrarlo, la organización ha programado un homenaje a Hergé, creador de Tintín y figura inspiradora para el festival, además de la escuela franco-belga del cómic. Una de las calles peatonales de la ciudad francesa cambiará de nombre: de conmemorar una victoria de Napoleón, Marengo, recordará ahora a Hergé, quien también tendrá un busto obra de un amigo suyo, Chang, decisivo en la elaboración de los álbumes Tintín en el Tíbet y El loto azul . Al acto asistirán la viuda del creador, Fanny Rodwell, y varios miembros de la familia real belga, prueba de la importancia del dibujante para su país. Aunque Hergé nunca recibió un premio en Angulema, su influencia siempre fue patente. Los galardones llevan el nombre de Alph-Art, como se conoce a la última e inacabada aventura de Tintín. Además del homenaje, Angulema celebrará exposiciones y actividades para festejar sus treinta años de vida. El Centro Nacional del Cómic y de la Imagen alberga seis museos imaginarios , en los que dibujantes han recreado la historia natural, la cronología del cómic, sus escuelas y las técnicas, así como los personajes y creadores de mayor importancia. El belga François Schuiten, distinguido el año pasado y por tanto presidente del actual festival, disfruta de su propia exposición, consagrada a su saga Ciudades oscuras . También protagonizan muestras Grzegorz Rosinski y Jean-Marc Reiser. Como países invitados figuran en esta edición Corea del Sur y Vietnam, mercados tan activos en cuestión de cómic como desconocidos en Europa, ocultos bajo el empuje del manga procedente de Japón. El caso coreano arranca a comienzos del siglo XX, con una mezcla de estilos y tendencias muy diferentes. Entre los planes de la nueva dirección del festival se pretende no centrar tanto su programación sobre el tebeo francófono, estrella de la cita a lo largo de su existencia, y abrirse a las creaciones de otros países.