El CGAI celebra un ciclo que revisa toda la filmografía de la «nouvelle vague»

M.A. Fernández REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Incluye grandes individualidades del cine francés y obras previas de Godard o Truffaut El movimiento experimental lideró los «nuevos cines» entre los años 1958 y 1962

05 ene 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

Se considera que fue François Truffaut quien prendió la mecha simbólica del nacimiento de la nouvelle vague cuando, en 1954, escribió un artículo demoledor en el que pulverizaba al cine oficial francés y acusaba a determinados directores y guionistas de ser «unos burgueses haciendo un cine burgués para los burgueses». Sin embargo, el término nouvelle vague no se acuñaría hasta 1957 a partir de un artículo publicado un años antes en el semanario L'Express . Bajo ese paraguas se protegían toda una serie de jóvenes teóricos, críticos o profesionales del cine que anhelaban hacer su primera película al margen de un sistema al que consideraban anquilosado, academicista y muy jerarquizado. Sería finalmente en 1959 cuando aparecería la primera película, El bello Sergio , realizada por Claude Chabrol, que semanas después estrena también Los primos . Ese mismo año, Truffaut presenta su ya mítica Los cuatrocientos golpes simultáneamente con Hiroshima, mon amour, de Alan Resnais. A comienzos de 1960, irrumpe Jean-Luc Godard con Al final de la escapada , con la cual la nouvelle vague se confirmaba como el referente por excelencia de los «nuevos cines» que comenzaban a surgir en Europa, América o Asia. Desde el Free Cinema británico, al Cinema Nuovo brasileiro, pasando por el Cinema Nuovo italiano o su equivalente en Japón y Canadá, por citar algunos ejemplos. Sin precedentes Desde el pasado 11 de diciembre y hasta el próximo mes de marzo, el Centro Galego das Artes da Imaxe, CGAI, dependiente de la Consellería de Cultura, ofrece en su sede coruñesa de Durán Loriga un completo ciclo que con el título Ó redor da nouvelle vague revisará la totalidad del movimiento en una iniciativa sin precedentes en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Gijón, el Institut Valenciá de Cinematografía-La Filmoteca, Filmoteca Española, la Embajada de Francia y la Alliance Française en A Coruña. Incluirá desde las grandes individualidades del cine francés anterior a la nouvelle vague , caso de Renoir, a los documentales y cortometrajes previos de Godard, Rivette, Truffaut o Rohmer, pasando por la práctica totalidad de filmes aparecidos desde 1959. Ya se proyectaron L'eau à la bouche ( Jacques Doniol-Valcroze, 1960) y Le signe du lion (Eric Rohmer, 1959). Caminos diferentes De la misma manera que el movimiento francés se considera oficialmente nacido en 1958, su defunción se sitúa en 1962, cuando el núcleo central de los directores toman caminos diferentes, bien optando por mayores presupuestos en sus producciones y abandonando la idea inicial de «cine pobre», bien pasándose a la televisión o bien optando por el experimentalismo más audaz. El distanciamiento entre el «clasicismo» de Truffaut o Chabrol y las audacias discursivas de Godard ilustra perfectamente la idea de una ruptura que Cahiers du Cinema centraba en torno a ese año, aunque algunos teóricos e historiadores consideran que todavía perviviría algún tiempo.