Un libro revela las fuentes que utilizó Hergé para crear el universo de Tintín

Jesús Fraga REDACCIÓN

TELEVISIÓN

Michael Farr ha rastreado los archivos del dibujante para desentrañar la historia de los álbumes En su libro Historias de Londres , el periodista Enric González recuerda los días en que mataba el tiempo en la guerra del Golfo cruzándose preguntas de tintinología con Arturo Pérez Reverte. ¿Quiénes son Sara, Oriana y Semíramis? Respuesta: los caballos por los que apuesta el pianista Wagner en Las joyas de la Castafiore .

03 nov 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

El universo Tintín es adictivo. Uno empieza leyendo los 23 álbumes. Cuando no es suficiente, se continúa con la adquisición de las versiones originales en blanco y negro de las historias y se acaba por rastrear lo impensable en cada viñeta: se traducen las proclamas prochinas de El loto azul , se buscan las actualizaciones que hizo Hergé en fondos y vestuarios de los volúmenes o se encuentra al propio dibujante retratado junto a su inmortal creación. Un coleccionista minucioso Este es el material sobre el que se sustenta el libro Tintín, el sueño y la realidad, escrito por el periodista británico Michael Farr y editado en España por Zendrera Zariquey. Farr ha tenido acceso a los archivos de la Fundación Hergé y su primera conclusión es que el autor era un coleccionista minucioso de la realidad. Georges Remi, su verdadero nombre, recopilaba libros, recortes de revista y cualquier cosa que creyera de utilidad para construir sus historias. Porque la verosimilitud se convirtió en el objetivo de Hergé: casas, automóviles, aviones, paisajes y, por supuesto, las ropas de los secundarios -Tintín sólo cambió sus pantalones de golf en el último álbum- tienen un referente real. Farr ha hilado un ejercicio de tintinología y tintinofilia para revelar al aficionado o al curioso las fuentes del dibujante. Los relieves incas de El templo del sol están tomados de revistas de arqueología; el ídolo de La oreja rota se basó en una estatuilla precolombina; su ayudante, Bob de Moor, tomó bocetos de buques mercantes para Stock de coque . Así, las viñetas de los 23 álbumes no sólo recogen las aventuras del reportero del tupé, sino que documentan fehacientemente el siglo XX, desde los soviets del inicio a las guerrillas latinoamericanas de los 70. Farr también echa luz sobre el origen de algunos personajes: la Castafiore se inspira en una familiar, en 1913 existió un marino llamado H.J. Haddock en el puerto de Liverpool, y del semanario Le Miroir salieron X33 y X33 bis, conocidos ahora por todos como Hernández y Fernández. El profesor Tornasol tuvo su doble despistado en la realidad. La afición a los bosquejos pudo haber creado problemas para Hergé. Dibujando una villa para Las siete bolas de cristal en los años 40 llegó una patrulla nazi: la casa era uno de sus cuarteles. Hergé accedió a seguir publicando sus historias en un diario controlado por los nazis, Le Soir. Son muchos los que ahora le echan en cara que Tintín, que se destacó por estar del lado de los oprimidos, no hubiese colaborado activamente con la Resistencia. Todo esto lo cuenta Farr, que ha creado un manual para superar con éxito cualquier examen de tintinología.