La película cuenta la historia anterior a «El silencio de los corderos» El filme tuvo una excelente acogida en la cartelera y en la crítica de Estados Unidos
25 oct 2002 . Actualizado a las 07:00 h.En 1990, Jonathan Demme se hizo un lugar en la historia del cine al abrir el filón de los psyco-killers con El silencio de los corderos , sobre la novela homónima de Thomas Harris, que aparte de hacer un hueco en la galería de personajes memorables al Hannibal Lecter (popularmente Anibal , el Caníbal) en la piel de Anthony Hopkins, lograría varios óscares y se convertiría en un exitazo de taquilla internacional. Once años más tarde, en 2001, y después de una década de rumores en los que siempre aparecía Jodie Foster (Clarice) negándose a retomar a la agente del FBI que fascina al doctor, Ridley Scott retomaría al siniestro personaje en la también impactante Hannibal . En ambos casos producía el veterano Dino de Laurentiis a través de su hija, ya que con la segunda entrega recogieron una suculenta caja que les animó a seguir tirando del filón. Para esta tercera película recurrieron a la situación anterior a la recreada por Demme y que ya fuera llevada al cine en 1987 por Michael Mann con el título de Hunter . En aquella ocasión fue el actor Brian Cox el encargado de meterse en la piel del personaje que haría de Hopkins popular y millonario. La nueva versión tiene como autor a Brett Ratner y el título de El dragón rojo , con Hopinks convenientemente rejuvenecdo gracias al maquillaje y a los efectos especiales. Rattner lograría la credibilidad de la industria gracias a las dos entregas de Hora punta . Dejando claro que no se trata de un remake del filme de Mann, El dragón rojo tuvo una excelente acogida en su todavía vigente paso por la cartelera norteamericana, y aspira a mantener viva la memoria del psicópata más inquietante y fascinante generado por el cine de los últimos años. En esta ocasión, Lecter va a recibir la invitación de un agente del FBI (Edward Norton) para que le ayude a esclarecer los crímenes de un psicópata al que no hay manera de atrapar, y al que encarna Ralph Fiennes, actor que necesitó más de seis horas de maquillaje para colocarle el gran tatuaje que cubre su espalda. Fiennes es un tipo atormentado y enamorado de una chica ciega (Emily Watson).