Paz Vega está pletórica. Cuando no se han apagado los ecos de su éxito por Lucía y el sexo , se enfrenta a un personaje que promete llevarla de nuevo a todas las portadas. -Se enfrenta a un papel duro. ¿Carmen es tan mala como la pintan? -No, es una mujer que utiliza sus armas: la inteligencia y la belleza para conseguir lo que quiere. Es una mujer fundamentalmente libre. -¿Le preocupan las escenas cargadas de erotismoque tiene el guión? -Es que Carmen es una prostituta y además vive el sexo con naturalidad. Yo soy actriz y lo que tengo que hacer lo hago. La película tiene otras características que superan el sexo. Si me pongo a pensar en eso, tendría que decir que no al guión. Yo ya sé como es Vicente (Aranda), y además no haré nada que yo no quiera. -¿Qué le parece trabajar con Sbaraglia? -Estoy encantada porque, además, llevaba tiempo queriendo trabajar con él. -Imagino que estará satisfecha con los trabajos que está interpretando... -Sí, sobre todo porque soy andaluza, y creo que por fin me he quitado de encima el sanbenito de andaluza graciosa y pizpireta, y además estoy encantada con haber tenido la oportunidad de que haya habido directores que han confiado tanto en mí.