El abogado de Marina Castaño asegura que no habrá negociación sobre la herencia

REDACCIÓN A CORUÑA

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El abogado de Marina Castaño, Jorge Trías, aseguró ayer que la voluntad expresada por el escritor Camilo José Cela en su testamento es 'inequívoca' y, por tanto, no hay 'nada que negociar' al respecto con el hijo del Nobel gallego.

09 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

'Hay que cumplir la voluntad del testador a rajatabla, y si a un hijo no le gusta el testamento de su padre, tiene dos caminos: o aguantarse, o acudir a las instancias que crea convenientes', afirmó Trías respecto de la posibilidad de que Camilo José Cela Conde, en desacuerdo con lo que establece el documento, recurra a la justicia. Trías criticó al hijo de Cela por la forma de administrar sus bienes. 'La voluntad del testador, Cela, es inequívoca, y quien no esté de acuerdo puede reclamar donde quiera', manifestó a la agencia Efe el abogado Jorge Trías Sagnier quien, por otro lado, quiso poner de manifiesto lo que considera 'dos actitudes' muy diferentes a la hora de conservar lo que, a Cela, por un lado, y a su ex mujer y a su hijo, por otro, correspondió en la separación de bienes efectuada tras el divorcio que tuvo lugar en 1991. De lo gestionado por Cela Trulock y Marina Castaño, 'todo, absolutamente todo, ha ido a parar a la Fundación Camilo José Cela, que es una fundación pública que puede visitar todo el mundo, en la que está intacta la casa donde nació el escritor, y que cuenta con apoyos oficiales', argumentó el letrado. Hijo despilfarrador Según Trías, no ha ocurrido lo mismo con todo lo que correspondió a Rosario Conde y manejó su hijo ya que 'ni se sabe dónde está. Todo está vendido', asegura el abogado, que incluye en el lote la casa de Mallorca, sede hoy de la Gran Enciclopedia de Mallorca, y el famoso cuadro rasgado por Cela al saber que era un falso Miró y sobre el que el ar~~tista catalán pintó después para él una nueva obra. En lo recibido en aquella separación había 'cuadros, esculturas, inmuebles, manuscritos, había tapies, un picasso, varios violas, miralles, úrculos, mateos; había de todo. Cela decía siempre de todo ello que tenía `un valor incalculable', le encantaba utilizar esa palabra', añade el abogado. 'Aquí no hay `la otra parte', aquí lo que hay son dos actitudes', insiste el abogado Jorge Trías.