Los dos tomos de «Nerudiana dispersa» culminan las obras completas de Neruda

ISABEL LAGUNA MADRID

TELEVISIÓN

Círculo de Lectores publica escritos dispersos del Nobel, como poemas de juventud o cartas a enamoradas Pablo Neruda fue autor del único best-seller de la historia de la poesía, «Veinte poemas de amor y una canción desesperada». Pero también escribió muchas otras cosas que nunca incluyó en libros. Unos documentos que ahora son reunidos en «Nerudiana dispersa», dos volúmenes que culminan sus «Obras completas». Artículos, poemas, conferencias, cartas, cuadernos y entrevistas, entre otros muchos documentos -algunos inéditos- y curiosidades conforman esta «Nerudiana dispersa».

04 nov 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

«Es la realización del sueño de mi vida», dice Hernán Loyola, que lleva casi cincuenta años estudiando la obra del premio Nobel, tras afirmar que Pablo Neruda «es un universo tan rico que sirve de material de nutrición para todos los seres humanos». Los dos libros de Nerudiana dispersa, el primero de los cuales llegará a las librerías en la segunda quincena de este mes, conformarán los cinco volúmenes de las Obras completas del poeta chileno que edita Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg. Estos dos últimos volúmenes reúnen por primera vez, y de forma cronológica, un vasto material que «por motivos distintos, y no siempre porque no le gustaran» Neruda (1904-1973) nunca llegó a publicar en sus libros. Los amantes de Neruda podrán encontrar allí reunidos textos de su juventud, como una parábola contra la guerra que publicó a los 17 años en un periódico chileno, conferencias como Viaje por las costas del mundo, cartas a sus enamoradas, a su familia, a amigos, o de tipo cívico, como la que escribió cuando en 1939 organizó el viaje en el Winnipeg para ayudar a llegar al exilio a dos mil españoles. Son textos los que recoge Nerudiana dispersa de un especial valor para entender a un poeta que «concibió su literatura como una emanación de su vida personal». Un gran misterio A Hernán Loyola le queda un gran misterio que resolver sobre Neruda: «Cómo podía ser un gran versificador, con un sentido extraordinariamente fino e infalible del ritmo y de la métrica poética, cuando tenía oído de tarro para la música, apenas podía dar dos pasos de vals». Para el estudioso, Neruda «fue siempre muy exigente», por eso hay textos «dignísimos» que él no quiso publicar en sus libros. No obstante, esto fue algo que relajó con el tiempo.