El cine español comienza a usar Internet como alternativa de futuro

D. S. VÁZQUEZ MADRID

TELEVISIÓN

A Álex de la Iglesia y Juanma Bajo Ulloa acaban de estrenar cortos en la Red Lo que al principio parecía casi una broma empieza ya a tomar tintes serios. El pasado 24 de abril, el director de cine Javier Fesser (El milagro de P. Tinto) ponía en marcha el primer festival de cine comprimido. Esto es, un concurso de cortos que sólo se pueden visionar a través de Internet. Hasta el momento, y a falta todavía de once días para que finalice el plazo de inscripción, ya se han presentado más de 150 películas, a las que se puede acceder y votar en la página web Notodofilmfest.com.

18 jun 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

La masiva participación es un dato llamativo en este iniciativa de Javier Fesser. Otro dato llamativo es la composición del jurado: Santiago Segura, Álex de la Iglesia, Juanma Bajo Ulloa, Julio Medem, Fernando León de Aranoa, Sergio Cabrera, Terry Gilliam, Guillermo del Toro, Jean-Jacques Annaud y Eliseo Subiela, además del propio Fesser. Tres de ellos se han atrevido a experimentar con el medio. Fesser, que ya lleva tiempo desarrollando en la Red el serial Javi & Lucy, ha colocado en la página del festival su corto La sorpresa. Álex de la Iglesia ha hecho lo propio con Enigma en el bosquecillo, estrenado esta semana y un trabajo en el que intenta plantear una nueva visión sobre las relaciones entre Mozart y Salieri. Juanma Bajo Ulloa, por su parte, se ha olvidado por un rato de la frustración de su proyecto Capitán Trueno con la realización de Pipi. Mission: Improbable, que también se puede ver en esa misma web. «Internet es uno de los mejores escaparates para lucir los nuevos talentos cinematográficos, un lugar donde autores y audiencia se sienten igual de protagonistas», dice Fesser a propósito de un proyecto que tiene sus orígenes remotos en la generalización del uso de la cámara digital. El instrumento, por sí solo (véase su utilización revitalizadora para cineastas tan dispares como Mike Figgis, Julio Medem o todo el movimiento Dogma) o en interacción con la Red (véase la campaña publicitaria de El proyecto de la Bruja de Blair) se ha convertido en la clave de un movimiento que, a base de abaratar costes, está revolucionando el medio audiovisual desde los cimientos. Nadie mejor que Francis Ford Coppola para explicarlo: «Las estrellas que cobran millones, los grandes estudios, Hollywood y sus grandes producciones vacías, desaparecerán a medida que los jóvenes descubran la cámara digital, lo que les permitirá realizar pequeñas películas creativas». Un vuelco de 180 grados Según el autor de El Padrino y Apocalypse Now, «el cine se está transformando y, en cuanto los jóvenes se lancen a grabar con la cámara digital, dará un vuelco de 180 grados. Eso minará la política de las grandes producciones sin contenido, de las estrellas que pretenden demasiado, de todo lo que tiene poco que ver con la creatividad cinematográfica». Pablo Calero, de la empresa Ubredoble, dedicada a la comprensión de películas para el formato digital, dice que Internet es «un complemento muy grande» pero no va a sustitutir al cine convencional. «Va a dar mayores facilidades a los directores y beneficiará al cine independiente», argumenta.