El protagonista de «Love Story», Ryan O''Neal, padece leucemia crónica

REDACCIÓN A CORUÑA

TELEVISIÓN

EDGARDO

El actor sufre la misma enfermedad de la que moría su pareja en la popular película de 1970 «Love Story», el drama que en los años setenta arrancó lágrimas a los espectadores de medio mundo, puede entrar a formar parte de la larga nómina de «películas malditas» que existe en Hollywood. Y es que su protagonista, Ryan O''Neal padece leucemia, la misma enfermedad de la que moría su esposa en la ficción, el papel interpretado por Ali Mac Graw. A pesar de la gravedad de su situación, la vida del actor no corre peligro y ya está a tratamiento. O''Neal, de 60 años, acaba de rodar un filme junto a Al Pacino.

04 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Según anunció su agente, Dede Binder, al programa de televisión estadounidense «Entertainment Tonight», la enfermedad le fue detectada la semana pasada y Ryan O''Neal ya está recibiendo tratamiento para el cáncer. Para fortuna de este veterano actor, la historia no se repite al completo, ya que el mal no es mortal, a pesar de su gravedad, y su vida está fuera de peligro. «Es leucemia crónica para la que existe tratamiento», aclaró el agente, quien se mostró muy optimista por el tratamiento y declaró que Ryan O''Neal se encuentra en perfecto estado. En la actualidad, el actor acaba de concluir su trabajo en la película People I Know, junto a Al Pacino y Kim Bassinger. Y es que la vida de Ryan O''Neal ha estado rodeada de cámaras y directores. Antes de protagonizar Love Story, estuvo en unos quinientos episodios de la telenovela Peyton Place. Gracias a ese papel fue el elegido entre trescientos candidatos para protagonizar el celebrado filme. O''Neal alcanzó una gran popularidad junto a su compañera, Ali Mac Graw, y ambos actores resultaron nominados para el Oscar de aquel año. Pero ninguno lo consiguió. Más tarde protagonizó películas como Barry Lindon, de Stanley Kubrick, y Luna de papel, por la que ganó un Oscar su hija, Tatum O''Neal. Pero el actor nunca llegó a confirmar sus prometedores inicios. Su fama se mantuvo a medio gas por películas menores y, especialmente, por su larga y tormentosa relación con uno de los ídolos de los ochenta, la protagonista de Los Ángeles de Charlie, Farrah Fawcett.