Víctor Manuel dedica a su padre su nuevo disco, «El hijo del ferroviario»

CARLOS DEL AMO. Efe MADRID

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El cantante asturiano asegura que «con el tiempo se compone con más seguridad, pero se pierde frescura» Víctor Manuel acaba de terminar un nuevo álbum, el tercero en tres años, en el que reúne, bajo un título autobiográfico, «El hijo del ferroviario», catorce temas inéditos. En ellos han colaborado su hijo David Sanjosé, su paisano el gaitero Hevia y su amigo Joaquín Sabina. Son cerca de 35 años componiendo y el músico reconoce que «las canciones buenas son muy caras, pero cada vez es más difícil hacerlas malas. En este sentido mejoras, pues con el tiempo compones con más seguridad, pero pierdes frescura».

02 may 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Víctor Manuel ha escrito más que nunca para este nuevo disco, que sale el lunes a la venta. Compuso «más de veintitantas canciones», aunque «al final se han quedado en catorce temas muy directos, de una media de tres minutos». «Es lo que quería hacer, y tengo la sensación de haber encontrado la libertad absoluta y haber hecho lo que quería hacer, que siempre lo hago, pero que aquí se nota más que en otras ocasiones», afirma. El hijo del ferroviario, un álbum en la línea de Sin memoria (1996) y Cada uno es como es (1999) -el último publicado es el directo Vivir para cantarlo, grabado con la orquesta Sinfónica del Principado de Asturias y el Coro de la Fundación Príncipe de Asturias-, es un trabajo que obedece a su estado de ánimo en cada momento. «La verdad es que uno lo que trata es de renovarse continuamente, pero de alguna manera tienes que tener los pies en algún sitio», explica. Víctor Manuel, que tiene más que nunca ganas de escribir canciones, considera que su preocupación es «hacer cosas nuevas y que la gente se encuentre con canciones en las que se habla de cosas que tiene delante de los ojos». Creador de grandes canciones de amor, Víctor Manuel señala que El hijo del ferroviario es «un disco que habla de lo que pasa en la calle». Son canciones que, dice, no hubiera podido escribir hace diez o veinte años, «porque los temas están en este momento en la boca de todos».