El cantautor granadino no pudo superar la segunda rotura de la arteria aorta «Tocaba con sus dedos el final del túnel». Eran las palabras de uno de los médicos que ha atendido a Carlos Cano, fallecido en la madrugada del martes. Al final, la muerte le ganó la segunda partida. A las cinco y media de la madrugada se paró el corazón del artista granadino, de 54 años, que era considerado como el renovador de la copla. Hoy, toda Andalucía está de duelo por su muerte.
19 dic 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Una nueva rotura de la aorta fue la causa de la muerte de Carlos Cano, según los médicos. El desenlace les sorprendió, porque se produjo cuando se estaba pensando en que el paciente abandonara la UCI y pasara a planta, ya que se le habían normalizado sus constantes. Los especialistas también se sorprendieron por la rapidez de la muerte, ya que diez segundos antes el intensivista había hablado con él y certificado que se encontraba bien. La capilla ardiente del artista quedó instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada, institución que decretó tres días de luto en la ciudad, y por ella desfilaron durante el día cientos de ciudadanos. Sus restos serán incinerados en la mañana de hoy. Carlos Cano, que veía en la canción «la mejor terapia» para su corazón, ingresó de urgencia a finales de noviembre, tras sufrir una grave crisis coronaria en un avión a punto de despegar hacia Madrid. Segundo nacimiento Ya no podrá celebrar su cumpleaños el 25 de mayo, que habría sido el sexto de su «segundo nacimiento», ya que ese día de 1995 había vuelto a la vida «en Nueva York, provincia de Granada», tras superar una primera y grave crisis coronaria. Andaluz hasta la médula, decía de sus creencias políticas: «Tengo cosas que son anarquistas, otras conservadoras, y algunas tienden a lo progresista y lo revolucionario». Sus comienzos no fueron fáciles, ya que sus letras eran consideradas por el franquismo como excesivamente sociales. En 1975, grabó su primer álbum, A duras penas, y la copla se vuelve obsesión. En Quédate con la copla (1988) dedica a Amalia Rodrigues un tema que es ya un clásico, María la portuguesa. El 16 de octubre pasado, presentó su último disco, De lo perdido y otras coplas. En noviembre, publicó Así cantan los niños de Cuba, a beneficio de la ONG pontevedresa Proyecto Mundo y cuya primera edición se agotó.