El cine de la Seminci reflexiona sobre las relaciones humanas

A. F. FERNÁNDEZ Enviado especial VALLADOLID

TELEVISIÓN

AGUSTÍN CACHO

El taiwanés Edward Yang y el británico Terence Davis presentan dos lúcidos análisis sobre la vida El taiwanés Edward Yang y el británico Terence Davis reflexionan lúcidamente sobre la vida y las relaciones humanas en las dos películas presentadas ayer en la Seminci de Valladolid: «Yi Yi» y «La casa de la alegría». La misma línea reflexiva es la empleada por el argentino Daniel Burman para su segundo largometraje, «Esperando al Mesías», realizada en coproducción y con un reparto que incluye a la italiana Stefania Sandrelli, al español Imanol Arias y al argentino Héctor Alterio.

25 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

En El Mesías, Burman reflexiona en torno a un joven de orígen judío que al morir, su madre decide explorar que hay más allá de la burbuja de su vida, demasiado condicionada por la tradición religiosa. Con ser una película notable y digna de un festival como la Seminci, se tambalea a causa de un desconcertante empleo del sonido o de la banda sonora, y de cierta descompensación en los personajes, como suele ocurrir en toda trama coral que arranca como drama y termina de manera más relajada. Al menos huye del estilo flagelante y verborreico que caracteriza al cine argentino de los últimos años. Al haberla preentado junto al taiwanés Edward Yang y al británico Terence Davis, ambos con mayor oficio, la situaron en condiciones de inferioridad. En Yi Yi, Lang recrea otra historia coral centrada en una misma familia que, después de una boda inesperada y la entrada en coma de la abuela, pasa por una especie de catarsis colectiva que les lleva a reflexionar sobre las ilusiones rotas, los sueños incumplidos o las esperanzas por llegar. Yang, virtuoso del guión, consigue que las dos horas y pico de metraje sean lo que él deseaba: «que el espectador salga de la sala con la impresión de haber pasado un rato con un amigo».