En A Coruña sólo quedan 1.500 entradas para ver a Van Morrison

La Voz

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Huele a hazaña. Van Morrison, artista de culto, puede reventar el Coliseo, un lujo hasta ahora sólo reservado a músicos comerciales. Hasta ayer se habían vendido 8.500 entradas para el concierto que ofrecerá mañana (22 horas) en A Coruña. Van llega a España eufórico tras el éxito logrado el miércoles en el Apollo londinense.

05 oct 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El irlandés estará bien arropado fuera del escenario. También dentro: Linda Gail Lewis es una pianista que hace honor a su apellido. Si alcanza el éxtasis, como el miércoles, se le da por emular a su hermano Jerry Lee Lewis y tocar con los pies. Red Hot Pokers es una gran banda de acompañamiento, un quinteto soberbio en el que sobresale el guitarrista Ned Edwards. Saxo de lujo A mayores, Van estará acompañado por el saxofonista Leo Green. En el Apollo, levantó casi tantas ovaciones como su jefe. Hasta cuatro veces saludó tras deleitar con solos prodigiosos; al concluirlos, tomaba aire atropelladamente, como si fuese un atleta tras una carrera de los 400 metros. El show de Van, que esta noche colgará el «no hay billetes» en Vall D''Hebron (Barcelona) duró en Londres dos horas y diez minutos, en los que sonaron veinte temas. Primaron los del último disco, You win again, dedicado al mito del country Hank Williams, y escasearon los clásicos. Uno de ellos, Brown eyed girl selló el concierto. Fue el último de los tres bises, seguidos de pie por los 3.000 asistentes. El irlandés, que tocó la guitarra y la armónica, mostró su característica seriedad. Dijo «thank you» al público un par de veces y no se le escapó ni una sola sonrisa en todo el concierto. Se rige por sensaciones Van, y comentan los promotores del recital coruñés que el repertorio varía en cada concierto, por lo que la ración de clásicos puede ser mucho mayor en A Coruña.