Xaime Isla ve en Galaxia un germen de vocaciones literarias y galleguistas

TELEVISIÓN

El cofundador de la editorial destaca el papel de esta institución para crear «unha conciencia de país» El próximo 25 de julio se cumplirá el cincuenta aniversario de la fundación de la editorial Galaxia. Para muchos intelectuales, fue el primer paso para la recuperación de la identidad de Galicia, tras la experiencia de la Guerra Civil. Una de las personas creadoras de este proyecto, fue Xaime Isla Couto, que a sus 85 años preside con orgullo esta empresa. Reconoce que a su generación, formada por figuras como Otero Pedrayo o Del Riego, les faltó ambición política, «pero tiñamos un forte sentimento cultural».

31 may 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

Antes de participar en la editorial Galaxia, Xaime Isla pasó por todas las etapas del galleguismo más histórico; fue parte integrante de las Irmandades da Fala, de las Mocidades Galeguistas, del Seminario de Estudios Galegos, e incluso de Acción Católica. «Pero a Guerra Civil foi un machado para nós, porque nos quitaron a posibilidade de protagonizar unha Galicia con estatuto», recordó Xaime Isla. El también miembro de la Real Academia Galega acudió a Lugo para explicar el proyecto de Galaxia, «como unha empresa que naceu para reconstruir Galicia». Destacó cómo esta editorial fue una herramienta válida de crear «unha conciencia propia de país e servir como vehículo de transmisión literaria». Recordó con cariño el acto fundacional en Santiago, donde se eligía presidente a Pedrayo, de vicepresidente a Gómez Román, y de secretario Fernández del Riego. «Foi a primeira empresa onde se fixo a escritura notarial en galego, e como a lei nolo permitiu, creamos unha sociedade mercantil e anónima onde cada un mercaba as accións que quería». Para Xaime Isla, Galaxia fue el nacimiento de muchas vocaciones de escritor, como la de Ferrín, Xavier Alcalá, Xohana Torres, o María Xosé Queizán. Además, recordó cómo al amparo de la editorial se mantenía la pensión desde la que Ramón Piñeiro «mantiña viva a chama galeguista, recibía ós universitarios para falar de política e de problemas afectivos. A nós faltounos ambición política, pero tiñamos un forte sentimento cultural».