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Ramón Salaverría: «Las redes sociales son un espejo distorsionado de la realidad»

Javier Becerra
Javier becerra REDACCIÓN / LA VOZ

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Andrea Martínez

El profesor y periodista piensa que el modelo periodístico digital de pago «es un proceso que ya no tiene marcha atrás»

30 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Sostiene Ramón Salaverría, vicedecano de Investigación de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, que la dialéctica periodista actual real «es la que se da entre medios digitales asociados a computadoras y medios digitales de consumo a través de dispositivos móviles». También que la participación del lector es uno de los ejes sobre los que pivota la profesión en la actualidad. De esos aspectos está tratando estos días en el módulo de periodismo digital que imparte en la segunda edición del Máster en Produción Xornalística e Audiovisual (MPXA), organizado por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre y la Fundación Amancio Ortega.

-Menciona en su cuenta de Twitter el hartazgo de ver a la cantante Rosalía en todas partes. ¿Se clonan los medios?

-Cada vez es más importante un factor esencial dentro del periodismo de calidad: la originalidad. En el ámbito de los medios digitales hay un nivel desbordante de redundancia. Esto genera desinterés por parte del público. Los medios que son capaces de tener una voz propia distinta de la gran mayoría de los competidores son los que se están labrando un futuro. Lo otro es irrelevante.

-Esto se produce cuando los medios se preparan para dar el paso al muro de pago. ¿Ese es el gran reto de la era digital?

-Si tú das un contenido que no se diferencia del resto una cosa es que quieras cobrar y otra que vaya a haber alguien dispuesto a pagarte. La clave para instituir un modelo de negocio basado en el pago pasa por entender que uno debe diferenciarse. Desde ese punto de vista, los medios más arraigados con una comunidad, sea esta regional o temática, que se conviertan en referente indiscutible son los que realmente están en condiciones de dar el salto a ese tipo de negocio.

-Este salto ya se ha hecho en otros países. ¿Cómo funciona?

-Que los periodistas le demos valor al producto que producimos es algo que debemos recuperar. La información, cuando es de calidad, tiene valor. Y, desde luego, cuesta hacerla. El caso paradigmático es The New York Times. En el año 2012 instituyó el modelo de pago mixto o poroso. Hay cierta cantidad de contenidos que puedes ver, pero otros que solo podrás ver si te conviertes en usuario de pago. Ellos tienen tres millones de suscriptores.

-En España llevamos 18 años regalando información en Internet. ¿Se puede reconducir?

-Pensemos en los contenidos televisivos. Si alguien nos dijera en los noventa, cuando solo existía Canal + como canal de pago, que 28 años después se pagaría por una buena parte de los contenidos televisivos no nos lo creeríamos. Ahora ya no nos es extraño pagar. Pagar ya no es raro. Es lo que va a ocurrir en los periódicos digitales. Es un proceso que ya está en marcha y no tiene marcha atrás.

-Todo ello en un clima de cuestionamiento de los medios.

-Hay un fenómeno general de cuestionamiento de las instituciones. Igual que lo son los partidos políticos, la monarquía o la universidad, de donde yo vengo. Los medios, también. Lo están por un tipo de fenómeno que yo creo que estamos contribuyendo todos a magnificar. Las redes sociales no son la sociedad. No se puede establecer una equivalencia real entre lo que se lee ahí y la realidad. Las redes sociales no son la realidad, sino un espejo distorsionado de la realidad.