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Así es la experiencia de ver contenidos 8K en un televisor de gran formato

OCIO@

Probamos el LG 75NANO996NA, con pantalla NanoCell de 75 pulgadas, y tecnologías de proceso con inteligencia artificial que ofrecen el máximo rendimiento en equipos LED

28 sep 2020 . Actualizado a las 19:24 h.

En pleno confinamiento, el pasado mes de mayo LG presentó su nueva gama de televisores Nanocell 8K (Nano99, Nano 97 y Nano95). Con estos nuevos modelos, la firma coreana -líder en el mercado español- aumenta las prestaciones de sus televisiones led de gran formato, que cuentan con paneles IPS con hasta 178 grados de visión y nanopartículas capaces de reproducir de manera realista y precisa toda la gama cromática.

NanoCell fue la respuesta de LG al QLED de Samsung, y la evolución de esta tecnología de partículas semiconductoras microscópicas -que no son orgánicas como en las pantallas OLED y por eso necesitan iluminación posterior- ha sido sorprendente. En diagonales de 65 y 75 pulgadas, tamaños cada vez más demandados por los consumidores, poder ver con la máxima calidad desde cualquier ángulo es clave.

En las últimas semanas hemos podido testar el LG 75NANO996NA, con panel NanoCell de 75 pulgadas, que al igual que sus hermanos emplea un nuevo algoritmo a través del procesador inteligente 8K Alpha 9 de tercera generación. Los contenidos en 8K son todavía escasos y pocas plataformas tienen material disponible en esta ultra alta resolución, cuyo despegue estaba previsto para los Juegos de Tokio. Pero el aplazamiento de la cita olímpica al 2021 obligará a esperar al próximo verano, lo cual por otra parte tiene la ventaja de que coincidirá con un mayor despliegue de las redes 5G.

En cualquier caso, ya es posible visualizar algunos vídeos en 8K -tan fácil como buscarlos en YouTube- y la experiencia es abrumadora. La sensación de inmersión total, a nivel de color, contraste y detalles, se acentúa con el enorme tamaño del panel. Mide 167 centímetros de largo por 102 de alto (incluyendo las dos patas laterales), con un grosor de 3,6 centímetros y un peso de 43 kilos. Sin duda no es apto para cualquier entorno doméstico, aunque en una pared vacía sus dimensiones encajan mucho mejor y, como ocurre con todos los televisores, rápidamente nos acostumbramos.

Para potenciar la experiencia audiovisual LG ha implementado varias tecnologías propias en sus dispositivos de nanopartículas: NanoDisplay, que genera imágenes increíblemente nítidas a gran escala; NanoColor, que filtra las impurezas para mejorar la reproducción del color, y NanoBlack -sistema avanzado Full Array Local Dimming, optimizado para 4K y 8K-, que hace que se obtengan negros más profundos con una resolución de alta calidad. No llegan al nivel del OLED, que cuenta con la ventaja de que cada pixel se puede apagar completamente, pero sin duda es lo que más se le acerca en equipos de diodos emisores de luz (LED).

Al tratarse de un panel IPS no hay problema a la hora de visualizar el contenido desde los laterales, pero la firma coreana utiliza dos tecnologías (NanoColor y NanoAccuracy) que aseguran una uniformidad del color respecto al ángulo de visión. 

Los televisores más avanzados son capaces de reproducir cualquier contenido totalmente optimizado, mediante un análisis de la fuente y un reconocimiento del entorno. Este NanoCell lo hace gracias a la inteligencia artificial, «capaz de entender cómo el ojo humano percibe todo tipo de tonalidad de colores y luces, y así ajustar de manera precisa la curva de mapeo tonal de acuerdo con el entorno del televisor para logar un nivel óptimo de brillo», explican desde LG. El deep learning de su procesador consigue mostrar unos colores más vivos, nítidos y profundos.

Control por voz

Los nuevos paneles led de LG son compatibles prácticamente con todos los asistentes de voz del mercado, e integran tanto el asistente de Google como Amazon Alexa, para facilitar el uso de comandos inteligentes sin tener que utilizar dispositivos externos. Recientemente se lanzó una actualización que posibilita hablar con Alexa directamente sin necesidad pulsar ningún botón -utiliza un manos libres integrado en el mando a distancia Magic Control-  para reproducir música, escuchar las últimas noticias, comprobar el tiempo o controlar aparatos del hogar inteligente. Entre sus funciones se incluyen el soporte de cámara doméstica inteligente, temporizadores, alarmas, recordatorios, anuncios y notificaciones.

El software Smart TV webOs 5.0 es probablemente uno de los más sencillos de utilizar, con su diseño a base de cartas en la parte inferior de la pantalla, que se pueden mover para situar primero aquellas cuyo acceso es más frecuente: plataformas de streaming, decodificadores y otros dispositivos, YouTube, otras aplicaciones... Al mando (que afortunadamente mantiene los botones numéricos, no siempre el minimalismo es lo más práctico) únicamente le pediríamos tres cosas: iluminación, para manejarlo más fácilmente en la oscuridad; algún botón progamable, para añadir accesos directos que no sean los que vienen por defecto (Netflix y Amazon Prime), y una mejor calidad de la impresión de algunas teclas, que se difumina con el paso del tiempo.

Cine y videojuegos

LG ofrece compatibilidad completa con todos los todos los formatos HDR (desde Dolby Vision y HDR10 hasta Technicolor, HLG y HDR Converter), algo que aplica para todas las televisiones, desde las 49 hasta las 86 pulgadas. Entre las opciones del imagen se encuentra el Filmmaker Mode, la tecnología apadrinada entre otros por Martin Scorsese, James Cameron, J. J. Abrams o Christopher Nolan, y que permite reproducir el contenido cinematográfico (no solo las películas, sino también las series) preservando exactamente la visión original del director.

Para los aficionados a los videojuegos, este NanoCell cuenta con con Gaming Ready y AMD Free Sync, software y tarjeta gráfica que aseguran un tiempo de respuesta más rápido y una profundidad de colores adaptada a la acción.

Respecto a la calidad de audio, la marca coreana apuesta en esta nueva gama de televisores por la tecnología Dolby Atmos, el último estándar de sonido envolvente 360 grados. Pero ver una gran producción cinematográfica en una pantalla como esta solamente con los altavoces integrados, aunque perfectamente posible, no da una idea de lo que es una experiencia inmersiva. Por ello hemos probado también el sistema de barra de sonido de referencia en el catálogo de LG, el SN11RG.

En una review anterior ya hablábamos de las características de estas barras desarrolladas por el especialista en alta fidelidad Meridian, con tecnologías como Bass & Space que proporciona bajos de gran calidad, o Upmix, que mezcla audio de distintos canales sin que se distorsione el sonido. En esta ocasión, además del necesario subwoofer, se acompaña de dos altavoces traseros, y los tres se conectan por wifi con la barra, por lo que únicamente tenemos que enchufar sus respectivos cables de alimentación.

El resultado es una configuración 7.1.4 con 770 vatios de potencia total y que se sitúa muy próximo a lo que es un home cinema real. Por supuesto, la colocación de los altavoces traseros es fundamental, y no siempre tenemos la posibilidad de configurar la sala perfecta en el hogar: los mejores resultados se obtienen con los satélites ubicados en los laterales pero medio metro por detrás del sofá, y este elemento del mobiliario a menudo está pegado a una pared.

La barra se conecta al televisor utilizando cables ópticos o HDMI dual, y mediante una aplicación que podemos descargar en el móvil se puede calibrar automáticamente el sonido para que se adapte a la estancia. Tiene un precio de 1.299 euros, en consonancia con los 4.600 euros que cuesta el televisor LG 75NANO996NA. No hay que olvidar que se trata de los equipos premium de la marca coreana, pero lo interesante es que la mayoría de sus tecnologías están presentes en modelos más económicos o de menor formato (el mismo televisor, pero en 65 pulgadas, se puede encontrar por debajo de los 3.000 euros).