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Los jóvenes españoles ya aspiran a cambiar de teléfono móvil cada año

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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Javier Palacios, director de Márketing de Honor para Europa occidental, ayer en Santiago
Javier Palacios, director de Márketing de Honor para Europa occidental, ayer en Santiago SANDRA ALONSO

R firma un acuerdo con Honor, marca china que ha crecido un 594 % en el 2018

27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jóvenes españoles renuevan sus smartphones cada dos años y los más pudientes económicamente, cada doce meses. Así lo puso de manifiesto ayer Javier Palacios, director de Márketing de Honor para Europa occidental, durante la presentación en Santiago de un acuerdo con R para comercializar el nuevo Honor 8x. «La media son dos años, pero ya durante el primero están pensando en cambiarlo. Solo los usuarios sénior [de más edad] y las empresas aguantan más tiempo», destacó.

El fabricante chino es consciente de esta realidad del mercado y ha enfocado su negocio hacia ese segmento de consumidores nuevos «que no heredan el móvil de sus padres, sino que tienen sus propias decisiones de compra». De hecho, lo habitual es que sean los progenitores los que se queden con el smartphone de sus hijos cuando estos lo sustituyen por un modelo más reciente.

Honor es una e-brand dependiente de Huawei, pero con un perfil diferenciado. «Somos el Mini de BMW o el Converse de Nike -explicó Palacios-. Funcionamos de forma independiente, con una I+D, logística, márketing y propuesta comercial distintas. Nos une el servicio técnico». Su desembarco en España se produjo hace poco más de un año y en el 2018 ha crecido un 594 %. La firma está presente en 74 países y en algunos, como Finlandia, es la marca de móviles más vendida. Recientemente, una encuesta de la OCU situó a Honor como la marca más fiable.

Su catálogo abarca smartphones de gama media y low cost, en los que se inscribe el nuevo 8x. Con una pantalla de 6,5 pulgadas formato 18:9 y casi sin marcos, tiene doble cámara trasera (20+2 megapíxeles, con apertura f/1.8), sonido 4D para una experiencia de juego similar a una consola portátil, doble SIM, 4 GB de memoria RAM y una batería de 3.750 mAh que garantiza casi dos días de autonomía. En su interior opera el chip Kirin 710, un procesador pensado ya para terminales flagship o de referencia. Cuesta 249 euros la versión de 64 GB y 50 euros más la que ofrece el doble de capacidad.

En R confían en que este teléfono tenga el mismo éxito que el Honor 9 Lite, que en el último mes ha protagonizado el 20 % del total de las ventas de terminales realizadas por la operadora gallega, integrada en el grupo Euskaltel. «Este modelo [en referencia al 8x] y marca nos permiten entrar en un segmento joven, nuestra base de clientes es público familiar con hijos, pero aquí vemos opciones de crecimiento», señaló Irene Rodríguez, responsable de Operaciones de Márketing de R.

Aunque todavía se venden móviles de concha, tanto los proveedores de telefonía como los fabricantes de hardware tienen su target principal en los más jóvenes. Y estos exigen características como pantalla infinita, aplicaciones de inteligencia artificial (el Honor 8x incluye desbloqueo por reconocimiento facial) y unidades de proceso gráfico que potencien el rendimiento del móvil en juegos, a la vez que disminuye el consumo.

Por supuesto, el precio sigue siendo un gran argumento de compra, y en el segmento de Honor la competencia es brutal: Xiaomi, OnePlus, Oppo y las marcas premium con sus gamas bajas, incluida la propia Huawei. «Tenemos que estar a la vanguardia de los cambios -reconoce Javier Palacios-, la llegada de competidores es bueno, si no seguiríamos en los tiempos de Nokia y Motorola».