La loca de los teclados

Como todos los últimos fines de semana de cada mes, la Bonilista acoge a una firma invitada. En esta ocasión, tenemos el placer de contar con Eli Rodríguez, frontend developer en Sngular. 

¿Quién no ha oído hablar de teclados personalizados? Todo el mundo conoce a esa persona loca de los teclados, con su colección de diez mil teclados, con sus teclas súper chulas, marcos de aluminio y que han podido costar entre uno y los dos ojos de la cara. Puede que esta sea vuestra idea de lo que son los teclados personalizados, y puede que para muchas aficionadas ese sea el objetivo. 

Yo os quiero llevar más allá, yo soy la loca de los teclados en mi grupo de amigas, pero mi amor va más allá de tener un teclado que puede costar como un coche de segunda mano. Mi locura por los teclados tiene el propósito de encontrar la herramienta perfecta para mi.  

Para mi el teclado es eso, una herramienta de trabajo. Y cual chef que busca el cuchillo perfecto para su mano, yo busco el teclado que me permita olvidarme del mismo durante las ocho horas de trabajo, que se adapte a mis necesidades y que nunca se interponga entre yo y mi código. 

El objetivo de este texto es haceros ver, a quienes nunca os hayáis planteado que vuestro teclado puede ir más allá, que aunque puede que estéis a gusto con vuestro teclado, conozcáis que existen alternativas a los teclados que todo el mundo conoce. Y si vuestro día a día requiere el uso de un teclado durante horas os planteéis querer encontrar vuestra herramienta perfecta. 

¿Cuál es el problema del teclado de toda la vida?

El teclado es una de las herramientas más utilizadas en el siglo XXI, sino la que más. No hay nada malo si os gusta el teclado de toda la vida, si ya cubre todas vuestras necesidades y nunca os ha dado problemas. Se inventó por una razón y llegó a nuestras manos porque era conveniente. Generaciones pasadas tenían como herramienta de trabajo la máquina de escribir, y lo lógico y lo que efectivamente ocurrió fue que el teclado de ordenador heredó la forma y la distribución de la misma. 

Con sus grandes pegas, pero con el beneficio de que gran parte de la población ya sabía utilizarlo. Era conveniente, la gente ya sabía mecanografía y por tanto podía también utilizar un teclado de ordenador. Pero como ocurre con todo en la vida, cuando algo se diseña para facilitar el uso general, podremos acostumbrarnos a ello, pero si hubiera una manera de adaptarlo al uso personal, acabaría encajando mejor y siendo más cómodo y útil. Ese es el gran problema detrás del teclado que conocemos. 

¿Por qué un teclado personalizado?

Como os he comentado antes, un teclado personalizado va más allá de lo bonito que pueda llegar a ser. Lo bueno de los teclados personalizados, al contrario de los teclados comerciales, es que nacen de una comunidad de entusiastas cuyos objetivos van más allá de querer venderte otro teclado de plástico igual que el anterior que compraste hace 2 años, antes de que una miga de pan hiciera que una tecla dejara de funcionar y tuvieras que plantearte comprar el mismo teclado, otra vez. 

Los teclados personalizados vienen de una comunidad muy amigable y fuertemente ligada al software y hardware libre. Aunque hay excepciones y con la popularización de esta afición existe ahora un creciente mercado privativo, la mayoría de la comunidad sigue funcionando a partir de gente que quiere compartir sus creaciones para que otra gente encuentre en ellas la idea para su próximo teclado. 

Este artículo no me va a dar para profundizar en el tema, pero si queréis aprender más sobre este mundillo existen infinitos recursos que podéis encontrar.

Dicho esto, me gustaría contaros las distintas razones por las cuales este teclado es ahora mismo mi herramienta de trabajo perfecta. Con ese mismo teclado escribo este artículo ahora mismo. Y sí, tiene ñ, números y teclado numérico. Tiene todo lo que yo necesito y más y por eso se ha convertido en mi herramienta de trabajo, es mi Vim de los editores de texto.

Lo que hace posible que este pequeño teclado pueda incluir la funcionalidad de un teclado grande es el firmware que tiene instalado. Existen varios firmwares dentro del mundillo de teclados, el más común es QMK y gracias a ello puedo programar capas, macros, funciones… que me permiten personalizar la funcionalidad del mismo a mis necesidades, que probablemente no sean las mismas que las vuestras.

Si queréis saber más acerca de cómo tengo configurado el teclado, el año pasado hice un vídeo bastante chapa hablando sobre ello. Lo importante de todo esto es que no tenéis por qué utilizar un teclado tan nicho como el mío, un teclado personalizado con una distribución más tradicional también se puede configurar a fondo y es probable que se adapte mejor a vuestras necesidades.

Existen infinidad de teclados de distintas formas y tamaños, mi consejo es que investigueis, porque seguro que alguno os puede gustar y terminar encendiendo esa pequeña llama que se acabará convirtiendo en un incendio cuando volváis a mirar el balance de vuestra cuenta bancaria.

Por todo esto creo que es importante, sobre todo cuando es mi herramienta principal, intentar encontrar ese teclado hecho especialmente para mi, que se convierta en una extensión de mi mano, desaparezca y deje de ser una preocupación a la hora de escribir. Es literalmente el objeto con el que más interactúo a lo largo del día, y por ello y como con el resto de aficiones que tengo, me he convertido en una loca de los teclados. 

 Este texto se publicó originalmente en la Bonilista, la lista de correo de noticias tecnológicas relevantes para personas importantes. Si desea suscribirse y leerlo antes que nadie, puede hacerlo aquí ¡es bastante gratis!

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