Patrocinado por:

¿Only Fans?

David Bonilla

OCIO@

Los claroscuros de una plataforma que cambió la industria del contenido para adultos para siempre

15 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves participé en una mesa redonda sobre ética y programación en la que si algo quedó claro es que lo «moral» no se traza en blanco y negro sino con una infinita escala de grises donde nuestros propios principios entran en conflicto. Uno de los casos que mejor ejemplifica este choque entre valores tan universales como el libre albedrío o la protección de colectivos vulnerables es OnlyFans, proyecto online con un enorme impacto en 2021 al que, sin embargo, la prensa apenas ha prestado atención.

OnlyFans es un servicio online que permite a los creadores de contenido cobrar a sus seguidores una suscripción recurrente o pagos puntuales para acceder al material audiovisual que producen. El modelo de negocio es sencillo: la plataforma se queda con un 20% de los ingresos y los creadores con el 80% restante.

Es usado por chefs de cocina, músicos o monitores de fitness, pero sobre todo por trabajadores sexuales a los que —al contrario que otras plataformas— acoge abiertamente y sin cortapisas. Una decisión ética y empresarial que —según muchos— los empodera, al facilitarles una vía para explotar directamente sus fotos y vídeos explícitos, en vez de tener que venderlos a productoras y perder para siempre el control sobre su distribución y monetización.

OnlyFans ya crecía a buen ritmo antes del COVID, pero durante el confinamiento explotó, sumando casi 200.000 nuevos usuarios y 8.000 creadores de contenido... CADA DÍA. Actualmente, según sus propias cifras, la plataforma cuenta con 150 millones de usuarios y un millón y medio de creadores de contenido entre los que reparte anualmente 5.000 millones de dólares.

Para poder hacernos una idea de la BESTIALIDAD que eso supone, debemos contextualizar los datos. Sin aparente financiación externa, OnlyFans tardó menos de 4 años desde su fundación en repartir los primeros 1.000 millones de dólares entre los creadores que usan sus servicios. Para conseguir lo mismo, Patreon necesitó 6 años y 166 millones de inversión

OnlyFans empezó a volverse mainstream cuando famosos e influencers que nunca habían estado relacionados con el contenido para adultos —como el niño prodigio Aaron Carter o la actriz Bella Thorne, que consiguió 1 millón de dólares en menos de 24 horas y obligó a cambiar las políticas de la web— se sumaron a la plataforma.

Y entonces, cuando estaba en la cresta de la ola, la compañía anunció de forma sorpresiva que iba a prohibir el contenido sexualmente explícito en la plataforma, pero ¿por qué?

Uno de los principales motivos fue un reportaje de investigación de la BBC que demostraba que hasta un tercio de los usuarios que publican tweets marcados con los hashtags #nudes4sale buscando suscriptores para sus cuentas de OnlyFans eran menores de edad, pero —sobre todo— que las políticas de OnlyFans para acabar con este tipo de contenido distaban mucho de la «tolerancia cero».

En agosto, la congresista Ann Wagner anunció un acuerdo entre los partidos Republicano y Demócrata para que el Departamento de Justicia norteamericano investigara la compañía por posible explotación infantil. Y, ante este panorama, los bancos que gestionan las pasarelas de pago con las que OnlyFans procesa las suscripciones de sus usuarios no querían arriesgarse a que se les acusara de colaborar con el tráfico sexual y amenazaron con suspender el servicio... lo mismo que hicieron el pasado diciembre con PornHub, cuando un artículo del New York Times les acusó de albergar pornografía infantil.

Es probable que el anuncio solo estuviera destinado a calmarles porque, apenas seis días después, la compañía declaró que suspendía la decisión de prohibir contenido sexual explícito, asegurando que habían implementado medidas para asegurar que se cumpliera su política de contenido. Puede que estas nuevas medidas acaben con los vídeos y fotos de menores en la plataforma, pero eso no evita que contribuya a normalizar la creación de contenido pornográfico entre jóvenes y adolescentes. De hecho, uno de los memes más populares de TikTok —la red social que usan mayoritariamente los adolescentes— es «cuando me entero de cuánto se gana con OnlyFans», en el que se banaliza sobre los riesgos del mismo.

Es desesperante comprobar como toda una generación de nativos digitales sigue sin comprender que, una vez que subes un contenido a Internet, pierdes por completo el control sobre el mismo. El acceso privado y previo pago a esos contenidos proporciona una falsa sensación de intimidad a los jóvenes, pero es fácil encontrar CIENTOS de canales de Telegram o Reddit dedicados a republicar contenidos de OnlyFans.

Y los adultos que decidan publicar sus contenidos deberían informarse antes sobre la realidad de la inmensa mayoría de sus compañeros. A pesar de los cantos de sirena que promete pingües beneficios, del millón y medio de creadores de contenido que hay registrados en la plataforma, apenas 16.000 —el 1,1%— ganan más de 50.000 dólares al año.

En abril del año pasado, Thomas Hollands escrapeó OnlyFans para intentar comprender su modelo económico y llegó a la conclusión de que el 1% de creadores recibían el 33% de todos los beneficios y que el ingreso mediano por cuenta es de solo 180 dólares al mes. Si usáramos el índice Gini —el método estándar para medir la desigualdad de una economía, que va de 0 (menos) a 1 (más)— OnlyFans obtendría una puntuación de 0,83. La Sociedad más desigual del mundo —Sudáfrica— apenas llega a 0,68.

Esos datos han llevado a muchos a afirmar que OnlyFans solo ha provocado la uberización de la pornografía. Gail Dines —autor del ensayo «Pornland», que analiza hasta qué punto el porno afecta a nuestra sexualidad— afirma que el servicio no es más que «una extensión de las webcams eróticas, que combina la explotación sexual del porno convencional y la explotación económica de la gig economy», los trabajos esporádicos y precarios ofertados por plataformas tecnológicas como la propia Uber, Deliveroo o Fiverr. Lo que los datos no revelan es que, tradicionalmente, los trabajadores sexuales han sido obligados a ejercer su profesión desde la marginalidad y la alegalidad, lo que les convierte en víctimas habitualmente de abusos y presas fáciles de proxenetas y mafias. Para muchos, OnlyFans es un entorno laboral mucho más «seguro» que el que tenían anteriormente.

Lo cual nos lleva al inicio de este texto y a los dilemas éticos a los que nos enfrentan cuestiones como, por ejemplo, determinar si —nos guste o no— OnlyFans tiene un impacto positivo o negativo para el conjunto de los trabajadores sexuales que lo utilizan. Quizás la pregunta que deberíamos hacernos no es si OnlyFans es bueno o malo para los trabajadores sexuales, sino si esto es lo mejor que les podemos dar.

Celebra el Día del Programador

¿Sabías que mañana, 13 de septiembre, es el Día del Programador? Para celebrarlo, la coding school GeeksHubs Academy te propone un pequeño juego: si encuentras a Geeky en su web, conseguirás un código de descuento de 500€ en sus bootcamps online de especialización. Algunas de las formaciones que ofrecen son:

Bootcamp Online Tech Management & Leadership, para profesionales con experiencia que quieran convertirse en Head of Engineering, VP of Engineering, Lead Architect, Development Manager o CTO.

Bootcamp Online Ciberseguridad, para profesionales con experiencia que quieran especializarse en Ciberseguridad y adquirir habilidades sobre Ciberinteligencia, Hacking de Sistemas, Criptografía, Exploiting, Forense Digital...

Lo que más destaca de las mismas es el equipo docente, formado por profesionales con una larga y reconocida trayectoria profesional en el sector, que sigue en activo en proyectos de empresas tecnológicas y compañías punteras.

Para conseguir el descuento, haz click aquí y sigue las pistas que estarán disponibles a partir de mañana y solo durante 24 horas. ¡Mucha suerte y que empiece el juego! ?

Este texto se publicó originalmente en la Bonilista, la lista de correo de noticias tecnológicas relevantes para personas importantes. Si desea suscribirse y leerlo antes que nadie, puede hacerlo aquí ¡es bastante gratis!