Patrocinado por:

Tabula Rasa

David Bonilla

OCIO@

Hugo Tobio

Tabula rasa es una expresión en latín que, según la wikipedia, «se aplica a algo que está exento de cuestiones o asuntos anteriores. También se utiliza la expresión hacer tabula rasa para expresar la acción de no tener en cuenta hechos pasados». Es decir, borrar el pasado y empezar de cero

28 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Salvo honrosas excepciones, todos nos hemos parado en algún momento a pensar si nuestro estilo de vida tiene sentido o si no estaremos dedicándole muchas horas al día a un proyecto que tal vez no merezca la pena, dándole vueltas al coste de oportunidad. Aún más, si cabe, durante el confinamiento («¿qué hago yo en este piso enano sin apenas luz natural?»), pero también en la horriblemente denominada nueva normalidad («tenía que haberme buscado un trabajo remoto e irme a vivir al pueblo» -suponiendo que en tu pueblo haya una conexión decente a Internet, aunque ese sería un buen tema para otra Bonilista-). De lo que no cabe duda es de que dejar volar la imaginación y plantearse un escenario en el que pudiéramos estar en otro sitio y haciendo otra cosa no le debe sonar extraño a nadie. Y, si somos capaces de superar el sesgo del coste hundido, ¿qué nos impide llevarlo a cabo?.

Seamos sinceros: los miembros de la comunidad taruga somos mayoritariamente afortunados. Trabajamos en un sector, el tecnológico, sin prácticamente paro y con unas condiciones que ya quisieran muchos otros, y sin embargo tenemos que hacer equilibrios continuamente entre el síndrome del impostor y el de Amok. El segundo no tiene tanta fama como el primero, pero seguro que a todos nos suena la película Un día de furia. Sirvan estas líneas para aportar alguna idea y mostrar ejemplos de gente a nuestro alrededor que ha sido capaz de reinventarse y dejar atrás una vida que no les llenaba. Con su pizca de suerte, por supuesto.

Partamos de la base de que asumir la necesidad del cambio ya es un primer paso. Pues bien, como dice el gran Marek Fodor: cualquier cambio involucra dos aspectos esenciales: constancia y paciencia. Las cosas no suelen suceder de la noche a la mañana, sobre todo si para cambiar de vida crees que necesitas mucho dinero, pero por algún lado hay que empezar. Por ejemplo, la mayor venta de una tecnológica española, idealista.com, tuvo lugar 16 años después de la fundación de la empresa. Más cercano (en todos los sentidos), el tarugo Iñaki Arrola vendió coches.com después de 6.004 días remando. Por si fuera poco, él mismo se había reinventado años antes, convirtiéndose en inversor, creando Vitamina K y, posteriormente, K Fund, junto a otra admirable reinventada tras dejar la banca, Carina Szpilka, y a Jaime Novoa, quien comenzó escribiendo sobre startups y aún mantiene una de las mejores newsletters al respecto (otra que os recomiendo es esta). El propio David Bonilla cambió el derecho por el desarrollo de software, ahora se dedica al recruiting técnico y ha terminado vendiendo su empresa.

Es probable que no todos tengamos la capacidad de estos cracks para montar empresas de éxito pero, ¿y tratar de hacer algo más pequeño que nos llene? Para arrancar «no necesitas mucho más que 8 horas a la semana, una temporada de Juego de Tronos». No dejéis de escuchar la historia de Jimena Catalina y su alucinante plan de jubilación. En general, escuchar podcasts sobre cómo otras personas han llevado a cabo con éxito sus proyectos es muy recomendable si lo que estás es buscando inspiración. Dejo por aquí reseñados dos modestos (de momento) proyectos que me gustaría saber dónde acaban, sobre todo porque sus promotores van narrando todo según les va pasando: puffykitten.com y noicejobs.com. El segundo de ellos, además, puede ayudarte a encontrar un trabajo remoto para que te mudes al pueblo, si es lo que te apetece.

No todo el mundo tiene espíritu emprendedor. No cabe duda que implica una serie de riesgos, económicos y psicológicos, que no todos podemos permitirnos porque, tengamos esto claro, no siempre sale bien. Sin embargo, eso no significa que debamos conformarnos con nuestra situación actual. ¿Consideras que te equivocaste al elegir carrera en la universidad? Un ejemplo paradigmático es el de Diana Aceves, quien años después de estudiar Químicas y trabajar en la empresa familiar se reinventó y ahora es experta desarrolladora Frontend. Y no he escogido aquí a una mujer por casualidad, puesto que no somos precisamente mayoría en el mundillo y de hecho hay iniciativas específicas al respecto. Seguir sus ejemplos debería estar al alcance de cualquiera; hoy en día tenemos a nuestra disposición horas y horas de contenido formativo de cualquier tema de nuestro interés, tanto gratuito como de pago, ya sea en cursos formales que obligan a seguir ciertos horarios o en otros que puedes seguir a tu ritmo, prácticamente en cualquier idioma que necesites. De hecho, el boom de este tipo de formación en fechas recientes ha llevado a que tres de los mayores proveedores de MOOCs tuvieran tantos usuarios en Abril de 2020 como en todo el año 2019. Esto, no obstante, no significa que los alumnos acabaran los cursos.

Tal vez tu caso sea diferente: puedes estar suficientemente feliz con tu trabajo y tu entorno pero sentir que «te falta algo». ¿Has pensado en contribuir a la comunidad de algún modo? Puedes colaborar en la organización de algún evento, dar charlas o talleres en los mismos o incluso mentorizar a quienes estén dando sus primeros pasos en este mundillo. O convertirte en pequeño inversor o consejero, dependiendo de lo que puedas aportar.

«Déjate de rollos, todo eso suena muy bien pero en realidad no funciona». Pues no es cierto, y yo también soy ejemplo de ello. En 2010 conseguí una beca que trataba de impulsar que las mujeres accedieran a puestos de responsabilidad, abonando parte de mi matrícula para realizar un MBA. En la entidad en la que lo cursé había un departamento de carreras profesionales cuyo director (quien ya no forma parte del mismo) me dijo que era imposible que yo pudiera cambiar de sector, que si llevaba unos años trabajando en defensa ahí me quedaría. Sin embargo, mi cabezonería consiguió que dos side projects de e-commerce me sirvieran de palanca para trabajar en el sector del automóvil, que era a lo que yo aspiraba. Y dentro de dos semanas me incorporo al equipo directivo de endado.com, un e-commerce de recambios de automóvil similar (pero bien hecho y con muchos más recursos) a lo que yo creé por mi cuenta hace muchos años.

Si no estás conforme con lo que tienes a tu alrededor, en tu mano está la posibilidad de hacer tabula rasa y cambiarlo. ¡A por ello!.

El producto

Con Yclas podrás crear tu página web de clasificados o anuncios de compraventa en pocos minutos y sin necesidad de conocimientos técnicos.

Yclas lleva 12 años desarrollando una herramienta open source para crear portales de anuncios clasificados de cualquier tipo que hará realidad tu idea de negocio. Algunos ejemplos de los tipos de webs que puedes crear en pocos minutos con Yclas:

  • Portal de ofertas de trabajo para tu negocio
  • Compraventa de vehículos
  • Anuncios inmobiliarios
  • Mercadillos de compraventa directa entre particulares
  • Web de anuncios locales o globales

Aloja tu portal en tus propios servidores usando su versión self-hosted o deja que Yclas se encargue de todo con su solución cloud desde sólo 30$/mes.

Además, por si fuera poco, podrás generar aplicaciones nativas en iOS o Android para que los usuarios puedan acceder comodamente a tu portal desde su móvil; y disfrutarás de soporte -y desarrollo a medida, si lo necesitas- en castellano.

Pruébalo de forma completamente gratuita durante 15 días, sin necesidad de dar tu tarjeta de crédito, registrándote en su web. ¡Merece la pena!

Este texto se publicó originalmente en la Bonilista, la lista de correo de noticias tecnológicas relevantes para personas importantes. Si desea suscribirse y leerlo antes que nadie, puede hacerlo aquí ¡es bastante gratis!