El mundo empresarial y las universidades gallegas se unen para formar y captar el talento de los jóvenes en un momento en el que empresas, instituciones e industrias disparan la demanda de expertos en seguridad cibernética.
08 nov 2019 . Actualizado a las 20:07 h.e China a Rusia , de Estados Unidos a la Unión Europea, el espionaje industrial, político o financiero está a la orden del día. «Los desafíos de seguridad a los que nos enfrentamos con los ciberataques han evolucionado y crecido (...) La resiliencia digital es vital para proteger información gubernamental, investigación industrial, propiedad intelectual, planes de negocio, elecciones, instituciones y datos personales», advirtió este año el comisario europeo de Seguridad, Julian King. La realidad confirma sus peores temores. El espionaje de Pekín a los terminales Huawei, la suplantación de identidad de Netflix para acceder a cuentas bancarias de sus usuarios o el saqueo de datos a la aerolínea British Airways son algunos de los casos más llamativos en los que la seguridad se ha visto comprometida recientemente. El mundo virtual se ha convertido en un coto de caza para los delincuentes y la ciberseguridad en el mejor arma para protegerse.
Galicia ha visto el potencial que ofrece este sector y se ha puesto las pilas para terminar con el déficit de profesionales en este área. Para situar a la región a la vanguardia en formación y captación de talento, la Xunta encargó a dos universidades gallegas el despliegue de un máster específico en la materia. El programa, que se imparte de forma simultánea en la Facultad de Informática de A Coruña y la Escuela de Telecomunicaciones de Vigo, cumple un año y está a punto de decir adiós a su primera promoción. Son 30 los estudiantes de perfil científico-tecnológico que han cursado el máster y 40 las plazas disponibles.
El primer año del curso se dedica en exclusiva al estudio de las materias relacionadas con la tecnología, la gestión de la seguridad y el marco legislativo.
Salidas laborales
La guinda llega con los seis meses de prácticas garantizadas que ponen el broche al programa. Se pueden cursar en conocidas empresas gallegas de sectores como el bancario, la industria, los congelados, el financiero, sanitario o los medios de comunicación. «Es normal que quieran ofrecer prácticas porque necesitan personal especializado (...). Cualquier empresa que desempeñe su actividad online tiene esta necesidad porque debe proteger su negocio y cumplir con la legislación», señala la coordinadora del máster, Ana Fernández Vilas. Atisba «todas las salidas» laborales posibles para quienes se adentren en el mundo de la ciberseguridad. «Está aumentando la demanda de profesionales. Hay déficit a nivel nacional e internacional», sostiene. Aunque no descarta que algunos de los cerebros del máster acaben marchando al extranjero, asegura que en Galicia se les aguarda con los brazos abiertos. Su conocimiento es vital para garantizar el buen funcionamiento de las cadenas de montaje industrial o los servicios de venta por Internet. «Si una cadena de producción de un vehículo sufre un ataque y la cadena se para o produce equipos defectuosos es un problema grave», explica. Algunas empresas como R han querido sumarse a los esfuerzos echando a rodar su propia cátedra, coordinada por Fernández Vilas en la Universidad de Vigo. Con sus actividades de difusión, a través de talleres en módulos de FP o en grados afines a la materia, tratan de atraer a los jóvenes más formados.
Más mujeres
La consultora Deloitte también dispone de su propia cátedra para despertar la vocación temprana por la profesión. El experto en ciberseguridad de la compañía, Rubén Frieiro, cree que los profesionales de este área tienen un «perfil muy cotizado» que seguirá en alza en los próximos años. «La profesión tiene muchísimo futuro», sostiene. Al menos en España, donde existe un enorme déficit en comparación con el impulso que se le ha dado en países como Alemania o China.
Deloitte lleva ya tres años desarrollando actividades de divulgación y premiando la trayectoria académica de los estudiantes más brillantes. Ofrecen premios para trabajos de fin de grado en materia de ciberseguridad y han habilitado un laboratorio para que los alumnos puedan realizar prácticas orientadas a la revolución industrial 4.0. También colaboraron con el lanzamiento del máster oficial de las universidades de A Coruña y Vigo.
En su sector necesitan profesionales para auditorías de seguridad (hackers), diseño de soluciones y análisis de accidentes. Y no solo expertos. También expertas. Faltan mujeres. La compañía quiere ayudar a reducir la brecha de género en el sector. «Tenemos la intención de hacer alguna iniciativa al respecto este año. El volumen de mujeres trabajando en el sector tecnológico es bajo». Deloitte tiene previsto extender su actividad a institutos de secundaria para «generar más inquietud entre ellas y conseguir que elijan este tipo de carreras que tienen enormes salidas profesionales», sostiene. La ciberseguridad no entiende de géneros.