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Guerra a la venta de seguidores falsos en las redes sociales

La Voz

OCIO@

La fiscalía de Nueva York denuncia a una firma por manipular el tráfico de cuentas de personajes famosos

01 feb 2019 . Actualizado a las 12:17 h.

El Estado de Nueva York denuncia las actividades ilícitas, llevadas a cabo por la empresa estadounidense, Demuvi. Las prácticas ilegales por las que la empresa neoyorquina se presenta ante la justicia consistían en manipular el tráfico que tenían las cuentas sociales de políticos, artistas, empresarios y deportistas con la consiguiente repercusión en los datos estadísticos de estas plataformas.

La fiscalía alega que estas actividades constituyen un «fraude en línea» por lo que ha pedido que la empresa, concretamente el CEO de la compañía, Germán Callas, pague una multa de 50.000 dólares (43.649 euros).

Se estima que la sociedad mercantil recaudó 15 millones de dólares (13,1 millones de euros) con la venta de estos perfiles ficticios por lo que la cuantía impuesta en concepto de multa solo cubriría el proceso de investigación, según afirma la CNN.

Laetitia James, la fiscal general, ha manifestado que la organización empresarial, Demuvi , «engañó e intentó afectar en la toma de decisiones de las audiencias de las redes sociales» por lo que se mantendrá firme y «perseguirá la venta de seguidores falsos en redes sociales, así como comentarios, likes y visualizaciones».

Por otro lado, la letrada neoyorquina encargada del caso ha aprovechado la casuística de este caso para llevar a cabo una labor de conciencia social que reside en hacer un llamamiento a la lucha contra el intrusismo y la falsificación de identidades en estas plataformas cuyo alcance y repercusión social son inmensos.

Asimismo, el descubrimiento de este delito a manos de la empresa Demuvi, que actualmente ya no se encuentra en activo, salió a la luz gracias a la investigación de la fiscalía de Nueva York. En ella se encontró que el sistema operativo de esta compañía residía en generar cuentas sociales falsas y manejables que pasaran desapercibidas ante el instinto humano. A veces autogestionadas y otras usadas por personas designadas por la empresa. Incluso llegaron a robar y utilizar fotografías sin el permiso del afectado y a «robar identidades de personas reales para llevar a cabo fraudes», afirma James.

Finalmente, la compañía también ha sido acusada de vender contenidos patrocinados sin advertirlo a empresas de publicidad a través de canales de influencers, recoge Europa Press.