El tribunal de Primera Instancia número 11 de Vigo no imprime nada, todo funciona mediante el expediente digital, la firma electrónica y la sala monitorizada. Es un modelo a seguir.
13 sep 2018 . Actualizado a las 12:15 h.El papel ha desaparecido del juzgado de Primera Instancia número 11 de Vigo. En el 2013 comenzó a implantar de forma pionera el expediente digital y, a día de hoy, tramita normalmente los litigios a través de la Red y en formato PDFa. Los voluminosos expedientes de antaño ocupan ahora una carpetilla con cuatro folios (la «cuerda floja», en jerga jurídica). Las baldas de las estanterías están casi vacías y los archivadores son ligeros como una pluma. Los pleitos caben en un disco duro que el titular puede llevarse a casa para repasar las pruebas por las tardes e imponer las sentencias con acceso remoto al despacho.
El comienzo del tribunal de papel cero fue duro pero todos reconocen la tenacidad de la letrada judicial y el compromiso de los funcionarios para lograr esta hazaña tecnológica en un edificio de hace 30 años. La oficina ya está completa: los empleados trabajan con una pantalla doble (consultan un documento en una pantalla y transfieren la información a la otra con el ratón) y el juez estampa su firma digital en un portasignaturas. Introduce su clave y su tarjeta identificativa, lo que genera un código QR. En los juicios, el ujier enfoca en un gran monitor los documentos o los informes de los peritos o forenses y aumenta su tamaño. El mismo visor sirve para mantener videoconferencias. Todo queda grabado. El magistrado usa un portátil en el juicio para visualizar detalles del expediente digital. En un índice arbolado busca las páginas.
Ahora todo va por una autopista telemática. Solo pervive del siglo pasado el bolígrafo para tomar apuntes y los avisos de entrega de Correos de las citaciones. Los diferentes sistemas informáticos como Minerva y Fortuny para jueces y fiscales o el sistema de comunicaciones electrónicas LexNet, o el visor del Expediente Judicial Electrónico, han contribuído a conformar un escenario digital en el ámbito judicial. El sistema lo gestiona Amtega.
El juez decano de Vigo, Germán Serrano, recalca la importancia de enviar las demandas a la oficina de reparto en documentos con formato PDFa, apelativo CR e indexación. Supera en nitidez a las fotocopias escaneadas o las fotos de móvil. «Tiene mérito lo de este juzgado porque empezó poco a poco y luego vinieron los medios», dice.
Gran avance
Serrano prevé implantar este modelo digital en su tribunal laboral. Otros ya apuestan por el papel cero como Primera Instancia número 3 y el 15 (con una sala digital más avanzada) e Instrucción número 4, donde Juan Carlos Carballal busca compatibilizar su red y la de Fiscalía. Serrano escribió en julio el informe Radiografía Digital en la Jurisdicción Social para un curso del Consejo General del Poder Judicial. «Es un trabajo de campo con todos los decanatos de España y me he llevado una grata sorpresa porque se ha avanzado mucho. Estamos mejor de lo que pensábamos y Galicia está en la parte alta de la tabla, pero tenemos que hacer realidad el expediente digital. Tenemos los medios», dice. La entrada (LexNet) y la salida (notificaciones) son digitales, existe el expediente digital (a la demanda con la prueba digitalizada se suma la contestación) y todos los magistrados de Galicia pueden firmar digitalmente. «Tenemos que configurar las salas para tramitar el acto de juicio desde el expediente digital con un buen visor y que la tramitación por parte de los funcionarios se haga sin ir al papel», dice. El actual juez del 11, Eugenio Míguez, no imprime un folio desde enero.