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Alemania levanta el veto a que los símbolos nazis aparezcan en videojuegos

david courbet COLONIA / AFP

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«Through the Darkest of Times» es el primer juego vendido en Alemania que muestra sin filtros el período nazi

25 ago 2018 . Actualizado a las 09:27 h.

Las esvásticas y el saludo nazi, prohibidos durante años por considerarse peligrosos para los niños, empezaron esta semana a aparecer en los videojuegos en Alemania en nombre de la libertad artística, una evolución que suscita críticas. Presentado en el salón de videojuegos Gamescom, que se celebra de Colonia, Through the Darkest of Times es el primer juego vendido en Alemania que muestra sin filtros el período nazi.

El jugador dirige a un resistente al nazismo durante la Segunda Guerra Mundial. Los enemigos del Tercer Reich se identifican claramente: las esvásticas sustituyen a los triángulos negros sobre fondo rojo que se utilizaban hasta ahora y también se ven los saludos nazis. Incluso Hitler aparece ahora con su verdadero nombre. Antes «inventaban cosas fantasiosas. Hitler no se llamaba Hitler, sino Heiler, y no tenía bigote, y no había judíos, sino traidores. Es problemático porque se ocultaba todo un aspecto de la historia», explica Jörg Friedriech, codesarrollador del juego.

Presionada por la industria de los videojuegos y los jugadores, la autoridad independiente de regulación alemana (USK) acaba de otorgar al sector los mismos derechos del cine o el teatro. «Los juegos que aborden de forma crítica los acontecimientos pasados pueden beneficiarse por primera vez de una aprobación» en virtud de la «libertad artística», declaró Elisabeth Secker, responsable de este organismo.

Tras una decisión de la Justicia en 1998, los videojuegos no tenían hasta ahora derecho a incluir esos elementos, ya que los jueces temían que los niños «crecieran con esos símbolos e insignias y se acostumbraran a ellos».

La decisión de permitir esos símbolos en los videojuegos no es, sin embargo, del agrado de todos. «No se juega con las esvásticas», criticó la ministra alemana de la Familia, Franziska Giffey. Los alemanes «deben seguir siendo conscientes de su responsabilidad histórica», declaró.

«¿Cómo quiere explicar a los jóvenes que acaban de jugar a Call of Duty que allí pueden izar la bandera con la esvástica pero que no pueden pintarla en la pared de una casa si no quieren acabar en un tribunal?», se preguntaba Stefan Mannes, redactor jefe de un portal de noticias sobre el Tercer Reich.

Klaus-Peter Sick, historiador del centro Marc-Bloch de Berlín, rechaza el argumento. «El jugador es inteligente y sabe diferenciar [...] ¡Uno no se convierte en un nazi viendo esvásticas!».