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Bruselas ve la protección de datos como «una especie de selva»

La Voz BRUSELAS / COLPISA

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Phil Noble | REuters

Cree que el caso Facebook «abrió los ojos» en esta materia

16 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El escándalo Facebook permitió «abrir los ojos» sobre los retos en la protección de los datos personales, admite la comisaria europea de Justicia y Consumidores, Vera Jourova, días antes de la entrada en vigor de una esperada legislación europea. «Si yo hubiera querido hacer una campaña eficaz sobre qué es el Reglamento General de Protección de Datos [RGPD] y sobre por qué lo hacemos, no lo habría hecho nunca tan bien como Facebook», bromea Jourova, quien confesó el año pasado haber cerrado su cuenta en esta red social.

El escándalo reciente de la compañía Cambridge Analytica, que explotó los datos de decenas de millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento, muestra que «vivimos realmente en una especie de selva, donde nos perdemos incluso nosotros mismos» al dar informaciones privadas sin control, asegura. El nuevo reglamento busca poner orden en esa selva a partir del día 25.

Las empresas deberán obtener un consentimiento explícito de los usuarios para explotar sus datos, so pena de duras sanciones de hasta 20 millones de euros o el 4 % de su facturación mundial anual.

El escándalo «abrió los ojos a muchas personas que acusaban Europa de ser demasiado paranoica, demasiado regulada», apunta la comisaria, feliz por haber percibido un cambio de tono al otro lado del Atlántico, donde los europeos son a menudo objeto de críticas. «Leí en la prensa que Estados Unidos tenía finalmente alguna cosa que aprender» de Europa, celebra la responsable de origen checo, convencida de que el bloque fijará a partir de ahora los nuevos estándares mundiales. «Al negociar la posibilidad de transferir datos fuera de Europa, en realidad estamos presionando a otros países para que refuercen sus normas», defiende, citando como ejemplo las negociaciones en curso con Japón.

La UE tiene, no obstante, todavía trabajo por delante a nivel interno para que las nuevas normas produzcan los efectos deseados. Según la comisaria, los países deberán aceptar que las autoridades de protección de datos «necesitan mayores capacidades» ya que tendrán un papel central en garantizar la aplicación de las reglas y en acompañar a las compañías, especialmente las pequeñas y medianas empresas mucho más preocupadas.

«Por favor, no se asusten», habrá «un diálogo franco con las empresas de buena fe», intenta tranquilizar Jourova, asegurando que las autoridades se centrarán en «las empresas que tratan datos personales de manera masiva» y que convierten esto en un elemento central de su modelo económico. Para las pequeñas empresas, el RGPD solo impone «ajustes muy sencillos», estima.