Patrocinado por:

«Eu só che falo en galego, miña rula»: así suena a nivel mundial el videojuego de «Los Pilares de la Tierra»

OCIO@

La tercera parte de la historia recrea la peregrinación hacia Galicia de una de sus protagonistas. En Santiago se la recibe en gallego, una lengua que se conserva en todas las versiones del juego

18 abr 2018 . Actualizado a las 12:57 h.

Es gallego (ourensano) y uno de los mejores traductores de videojuegos de España. Sin embargo, a Ramón Méndez no dejó de asombrarle que hace un año la firma alemana Daedalic Entertainment le encargase traducir al gallego las frases con las que se recibía en Santiago a una de las protagonistas (Aliena) de la tercera entrega del videojuego Los Pilares de la Tierra, adaptación en aventura gráfica de la famosa recreación medieval de Ken Follet. «É bastante extraordinario que se fagan este tipo de cousas», aclara Méndez sobre la iniciativa de la empresa germana de que en todas las versiones de esta tercera parte del juego -lanzada esta primavera- los personajes gallegos de la historia se expresen en su idioma.

El también profesor de la Universidad de Vigo aclara que lo habitual es apostar por unificar la traducción al inglés. Aún así, incide en que en este caso el objetivo último era reforzar la idea de la dificultad que encuentra Aliena para poder entenderse con el resto de los personajes (a lo largo del Camino que realiza hacia Santiago tan solo aprende a decir algunas frases en castellano). Una incomunicación que queda patente en los diálogos que cualquier jugador se encontrará en gallego (ya sea en la versión inglesa, alemana o rusa) en estas breves secuencias compostelanas que ponen punto y final a su peregrinación. La joven emprende ruta hacia Santiago con el anhelo de poder encontrar allí a Jack, padre de su hijo y maestro constructor de catedrales. 

Por él pregunta en inglés o italiano -según la versión del videojuego- a los habitantes de Compostela con los que se encuentra frente la catedral románica y que tanto la confunden -siempre en gallego- con una peregrina más -«Síntocho ben, pero non temos camas dispoñibles», como alaban al pequeño que porta en brazos -«Oh, que cousiña. Éche rubio»- o le subrayan que ellos solo hablan en la lengua de Rosalía -«Eu só che falo en galego, miña rula»-.

«Tratei de facelo moi galego, que se entendese como propio», subraya Ramón Méndez, una idea reconocible en frases como «Entón, quen ven sendo?» pronunciadas por unos personajes que tratan de averiguar quién es Jack, ese masón (palabra que proviene del francés y que significa también «albañil») que construye catedrales y por el que tanto pregunta Aliena. Méndez, premio a la mejor traducción de un videojuego durante varios años (del 2013 al 2017), pone el foco en que estos diálogos juegan con el parecido existente entre ciertos términos gallegos e ingleses. 

El videojuego de Los Pilares de la Tierra -una novela interactiva con toma de decisiones y pequeños desafíos- se ambienta, al igual que la novela de Ken Follet, en el siglo XII. Una recreación que de forma rigurosa debería haber llevado a Ramón Méndez a traducir los diálogos al gallego-portugués, la lengua utilizada en Galicia en esa época medieval. Sin embargo, y a pesar de que se barajó esta opción, finalmente se descartó: «Decidiuse que se o resto da historia estaba en inglés actual o coherente sería empregar tamén o galego de hoxe en día. Ademais, priorizouse que o xogador actual o puidese entender», explica, no sin añadir que en la elección de ciertas palabras sí hubo un guiño medieval. 

En lo que no duda el experto gallego es en alabar la iniciativa de Daedalic Entertainment. «Pareceume impresionante, unha decisión boísima e brillante a de apostar porque se a historia vai a Galicia, que estea en galego. Demostra o seu mimo e cariño», subraya. «É a mellor maneira de afrontar unha historia así; aporta unha gran credibilidade, veracidade e efectividade», ahonda.

Ramón Méndez reconoce que fue «unha honra» participar de un proyecto, del que también destaca la labor de Carol Micó, la traductora del videojuego al castellano. Lamenta, eso sí, que la idea parta del extranjero. «É unha mágoa que parece que teñan que vir de fóra para coidar a nosa lingua», concluye.